iMAGINESE trabajar doce horas de su jornada laboral sobre un depósito de aguas fecales, con un hedor permanente, en ocasiones insoportable. Este maloliente calvario llevan sufriendo los guardias municipales de Donostia instalados en el edificio de Aguas del Añarbe de Ondarreta desde hace siete años. Esta ubicación era y es provisional, pero se está alargando más de la cuenta. El Gobierno de Bildu ha mostrado su voluntad de trasladar por fin esta sede a Morlans, pero parece que las palabras se las lleva el viento y el problema se acrecienta. A los malos olores, se ha sumado la aparición de ratas, según explica el edil del PNV, Martin Ibabe, quien denunció ayer el "malestar" general entre los más de 200 policías que trabajan en estas instalaciones.

El hedor es tal que incluso trabajadores del departamento municipal de Sanidad y técnicos en Riesgos Laborales se han personado en estas dependencias de la Guardia municipal, que son en realidad "una estación de bombeo de aguas fecales", insiste Ibabe, al tiempo que recuerda que el grueso de la plantilla de la Policía municipal se encuentra en esta comisaría o "almacén".

Aunque esta estación de bombeo no extrae gases que implican un peligro para la salud de las personas, los agentes policiales están trabajando en "muy malas condiciones", reitera el edil jeltzale.

A esto añade el coste económico que está suponiendo a las arcas municipales mantener esta situación de provisionalidad. Hasta el momento, se trata de un gasto acumulado de 1,3 millones de euros por la renta anual que el Ayuntamiento paga a Aguas del Añarbe. Y, por otro lado, está la calidad del servicio que presta la Policía muncipal. "No presta un servicio adecuado, porque nos encontramos con que la sede más importante está bunkerizada, no hay accesos directos al público", explica Ibabe.

Por todo ello, el grupo del PNV exige al Gobierno de Bildu que cumpla el acuerdo alcanzado en 2006, por el que se decidió instalar "provisionalmente" la sede en el paseo de Ondarreta y dé una solución "permanente" a la misma, además de establecer un calendario de ejecución.

En este sentido, Ibabe recordó que el edificio de Morlans donde está previsto trasladar la sede de la Guardia municipal está ya construido, pero se requiere una serie de acondicionamientos, como el aparcamiento, calabozos, etc...

la nueva comisaría de morlans

Fomento a Etxe Zuri

El traslado de la sede de la Guardia municipal a Morlans requerirá a su vez un cambio de ubicación de las oficinas de Fomento a otras instalaciones. Según ha sabido este periódico, se baraja que el edificio Etxe Zuri, situado en la cuesta de Aldapeta, albergue en el futuro las oficinas de Fomento, con lo que quedará espacio libre para que la Guardia Municipal se instale en el edificio.

Volviendo a la situación actual de la sede policial, Ibabe concluyó que "la principal sede de la Guardia Municipal, uno de los servicios esenciales que el Ayuntamiento presta a los donostiarras, no puede estar sujeta a esta incertidumbre".