Amara inicia su Quincena Grande

AMARA lleva preparándose toda la semana para este momento. El partido de fútbol entre la Real Sociedad y el Getafe, que se disputará a las 19.00 horas de hoy en Anoeta, es el primero de una tanda de cuatro encuentros que llevarán masas humanas al barrio. Supondrá un "subidón" para la hostelería, que ha sufrido, según dice el gremio, un verano "flojo" económicamente. Como cada año, los encuentros de liga congregan a multitudes de seguidores realistas y de equipos contrincantes, que no se olvidan de hacer una parada en los bares de Amara para tomarse religiosamente una consumición antes de entrar al estadio.

La programación de la próxima quincena, que comienza con el partido de hoy, es especialmente intensa y promete satisfacer a todos los aficionados donostiarras. A lo largo de esta quincena se disputarán cuatro partidos en Anoeta, incluido el de esta tarde. El próximo encuentro se celebrará el viernes 23 y enfrentará al Athletic de Bilbao y al Osasuna, a las 22.00 horas. Las previsiones apuntan a que llegarán entre 10.000 y 12.000 personas a Amara para ver el partido. El miércoles 28 les tocará a los hinchas de la ciudad francesa de Lyon desplazarse hasta el barrio donostiarra para ver a su equipo, el Olympique de Lyon, contra la Real, a las 20.45 horas. Por último, el domingo 1 de septiembre, la afición realista compartirá espacio en los bares amaratarras con los seguidores del Atlético de Madrid. El encuentro comenzará a las 19.00 horas. Ese día, además, se celebra la primera jornada de las regatas de La Concha, lo que aumenta el interés económico de la jornada.

La concentración de citas en Anoeta en poco tiempo supone un alivio para la hostelería en Amara, especialmente ahora, tras un verano que, en palabras de los hosteleros, no ha sido el mejor económicamente. "Ha sido muy malo. Hemos experimentado un gran bajón en cuanto a la llegada de clientes", afirma Ángel, dueño del bar Garaitza, abierto desde hace 35 años. "Los hosteleros, padecemos dos crisis: la nuestra y la de los clientes, que cada vez vienen menos", concluye. Aunque agradece la fidelidad de algunos vecinos, así como la llegada de gente con motivo de los partidos.

Otros hosteleros de Amara corroboran las palabras de Ángel, como Iñigo Altuna, dueño del bar Maritxu, o Jose María Martín, del bar Jose, quienes afirman que este ha sido "uno de los peores veranos para el negocio". Jon Catalán, del bar Arkupe, situado justo frente al estadio de Anoeta, califica estos meses estivales como "penosos" para la hostelería, pero espera compensarlos con el ambiente que van a generar los cuatro partidos de fútbol. En su opinión, "vendrá mucha más gente estos días, como todos los años cuando se celebran eventos de este tipo".

Por otro lado, a la omnipresente crisis económica se ha sumado la reciente medida adoptada por el Gobierno municipal de Bildu, que ha prohibido este año los espectáculos taurinos en Semana Grande. Los bares amaratarras se resienten por esta ordenanza, ya que Illunbe era un atractivo que llevaba hacia Amara a muchos amantes de la tauromaquia y que, este año, no han estado presentes durante las fiestas que hoy terminan y cuya creación está ligada a la feria taurina.

Además, muchos hosteleros acusan "la dejadez" que ha sufrido el barrio este año. "El gobierno municipal tiene Amara un poco olvidado", afirma Mikel, gerente del bar Udane, y añade que "que no han hecho nada para darle vida al barrio". Jon Catalán, del Arkupe, reclama al Ayuntamiento que ponga en marcha más eventos en la zona. "No han organizado ningún concierto ni ningún espectáculo en Amara durante esta Semana Grande y eso se nota, ya que todo el ambiente festivo está en el Centro y muy poca gente viene hasta aquí", concluye Catalán.