Donostia. Las olas y la música se unieron a las risas y salpicaduras de los chavales, que disfrutaron ayer de su deporte favorito ante la mirada de una multitud congregada en las inmediaciones del Náutico y que animó efusivamente a los benjamines. Los jóvenes, de entre doce y diecinueve años, jugaron varios partidos de waterpolo a lo largo de toda la mañana. Esta propuesta generó gran expectación, ya que, habitualmente, este deporte se juega en piscinas, no en agua salada.
El evento deportivo fue la primera sesión de una iniciativa que el Club de Waterpolo de Donostia lleva poniendo en marcha desde hace tres años y que, nuevamente, volverá a llevar a cabo todos los días de esta Semana Grande. "Siempre acude mucha gente a ver los partidos", explicó el padre de uno de los miembros del club. "En los próximos días, vendrá todavía más gente, ya que estamos empezando a promocionarlo", añadió.
La actividad estuvo supervisada por dos monitores y se permitió participar a todo el mundo que quisiera, no solo a los miembros del club. "Los equipos son mixtos, pero suele haber más chicos que chicas", afirmó Miguel Rubio, uno de los entrenadores. Entre los más jóvenes, Asier Zabaleta, de doce años, explicó que lleva dos años con el club y que es una experiencia "muy buena y divertida". Mikel Martínez, de once años, afirmó que le gustaría apuntarse al club tras probarlo por primera vez.