Donostia. El Ayuntamiento de Donostia ha encargado un informe a la empresa de ingeniería Euroestudios para analizar la mejor manera de asegurar la ladera de Urgull y evitar así peligros para los conductores y viandantes. El informe fue solicitado poco después del desprendimiento de una gran roca de seis metros cúbicos en el Paseo Nuevo, el pasado 28 de noviembre. La suerte quiso que la mole no provocara lesiones a nadie, ya que en aquel momento no había personas por el lugar. Tras su caída, la piedra rodó y se quedó en mitad de la carretera del transitado paseo donostiarra.

Tras el incidente, expertos municipales acudieron al lugar para analizar la situación y encargaron el mencionado informe, que analiza la caída de piedras en este lugar, algo natural y habitual desde la construcción del Paseo Nuevo. La caída de una piedra del tamaño de la desprendida el 28 de noviembre no parece, según el informe encargado, que vaya a repetirse.

"Es de esperar que continúen las caídas de bloques, los decimétricos con mayor frecuencia que los métricos", señala el estudio, que agrega que "no es evidente que exista el riesgo de otra caída de similares dimensiones". "Lo más probable -según el dictamen técnico- es que en el estado actual se produzcan caídas de bloque de menor tamaño que queden acumulados en el espacio entre el pie del acantilado y la acera".

A pesar de esta impresión técnica, el Ayuntamiento debe curarse en salud y tratar de evitar que se produzcan nuevas caídas de importancia o que, en caso de suceder, no acarreen daños personales.

factor estético El informe, que fue explicado ayer a los grupos políticos municipales en una comisión, recuerda las soluciones técnicas existentes para asentar la ladera en un tramo de 100 metros desde el edificio de la Sociedad Fotográfica y en un espacio de distintas alturas que llega hasta los 50 metros. Asimismo, señala que, en el caso de esta ladera de Urgull, "el factor estético es de vital importancia por la ubicación del acantilado y cualquier solución debe ser evaluada desde este punto de vista".

Una de las distintas formas de asentar una ladera es la colocación de bulones -grandes tornillos que se insertan en la piedra-, una técnica que ya ha sido utilizada tanto en los años 70 como en los 80 en el monte Urgull. De hecho, la mole caída en noviembre tenía en su interior estas piezas, pero ya oxidadas, lo que les hace perder firmeza. También se puede inyectar hormigón a la ladera, como se hizo en algunos puntos del monte; colocar refuerzos de hormigón, como se puede apreciar en una zona de la ladera; instalar una red de cables, como hay cerca del Aquarium, o crear una gran cuneta -técnicamente llamada cunetón-, que recoja toda la roca desprendida e impida que alcance la acera y la calzada.

Este hueco protegido podría instalarse, según el informe técnico, en la zona en la que se produjo la caída de la gran roca, pero no en otras partes del Paseo Nuevo, donde no hay espacio para ello. Para estos lugares, el estudio propone instalar una red de cables, al igual que en la zona alta de la ladera de la que se desprendió la roca.

Actuación provisional El Ayuntamiento de Donostia difundió ayer una nota en la que explica que el Gobierno municipal ofreció ayer a los grupos de la oposición estudiar conjuntamente las alternativas técnicas para sujetar la ladera. Asimismo, informó de que se está planteando colocar una "pequeña cuneta provisional", que recoja las piedras que caigan, hasta la adopción de una solución definitiva.