Donostia. "Hoy es su día", comentaba Eli Mendizabal al ver a su hijo correr y jugar junto a otro grupo de pequeños piratas en el césped del Matxo del monte Urgull. Ataviados con sus pañuelos de corsarios, que al mismo tiempo les protegían de los rayos del sol, los txikis disfrutaron de una alegre mañana, aderezada con la función Maria Macossi del grupo Bazen Behin Klown.

Pasadas las 11.00 horas, la romería de Donostiako Piratak partió desde La Flamenka (en el puerto) para enfrentarse a las cuestas del monte Urgull. Una vez arriba y provistos de mantas, bocatas y agua, los más mayores corrieron para hacerse con las pocas sombras que quedaban libres, ya que todo apuntaba a que sol no iba a dar ni un segundo de tregua.

Mientras los niños se distraían con las canciones de los payasos y danzaban al ritmo de la música, Joseba Rodríguez sonreía contemplando a sus hijos. "En mi familia somos fieles a este día. Solemos comer aquí y cuando todo acaba seguimos a la romería para acabar bien el día", comentaba este donostiarra.

A pocos pasos de él, Susana Zalduendo y Juan Luis Mitxelena descansaban bajo un árbol mientras tomaban una cerveza. "Nosotros hemos venido por los payasos" explicaba el matrimonio mientras que sus hijos, sin inmutarse por el calor, no perdían detalle de la función.

Al mismo tiempo, Lur y Ierai jugaban distraídos como si la representación no fuera con ellos. "No es que no me interese", comentaba Lur. "Es que mi ama es Paladita y conozco la función de memoria", explicaba el joven mientras señalaba orgulloso a una de las componentes del grupo de payasos, encargado de alegrar la mañana a los pequeños.