DONOSTIA. Izagirre ha ofrecido una rueda de prensa en la capital guipuzcoana para hacer balance de este año "difícil" en el que Bildu ha encontrado una oposición "caracterizada por un trabajo nada constructivo".

El primer edil donostiarra ha querido aprovechar su comparecencia para pedir "respeto institucional" ya que, según ha denunciado, "no pude ser que otras administraciones o partidos utilicen incluso información del propio Ayuntamiento para entorpecer" posibles contactos con otras administraciones.

Izagirre ha dicho que, pese a la "política de bloqueo" de la oposición, el equipo de gobierno ha conseguido consensos y acuerdos en este año, en el que Bildu ha trabajado con "humildad" con el convencimiento de que "otra Donostia es posible".

"No somos políticos al uso. Hacer política de otra manera es posible, con humildad" y conscientes de que "no somos ni más ni menos que nadie, igual que el resto de ciudadanos", ha remarcado Izagirre, quien ha hecho también un llamamiento a la colaboración dado que "el trabajo común" y la "unión de fuerzas" es lo que demandan los donostiarras.

La política social, los servicios públicos, la vivienda, el empleo, la cultura y la participación ciudadana son, según Izagirre, las principales apuestas del ejecutivo local, que "se ha implicado desde el primer día en el proceso de normalización política".

Prueba de ello es la organización en octubre de la Conferencia Internacional en el Palacio de Aiete, ha añadido Izagirre, quien ha insistido en que su equipo de gobierno siempre ha "tenido un discurso a favor del diálogo, de acercarse al otro, al adversario, y lo ha llevado a la práctica en el día a día".

En su opinión, frente a los "mensajes agoreros", "la ciudad está ahora más viva que nunca" y está implicada en múltiples proyectos con una apuesta clara en vivienda en la zona de Txomin, actuaciones en contra de las inundaciones en la zona del Urumea o la elaboración de un censo, ya muy avanzado, de viviendas vacías.

Ha insistido en que el equipo de gobierno de San Sebastián no trabaja con "afán de protagonismo" sino con "otro estilo de hacer política en el que priman la discreción y la eficacia".