Donostia. La ampliación del Kursaal es algo de lo que se viene hablando desde hace más de cinco años y teniendo en cuenta que fue inaugurado en 1999, parece que el palacio de congresos donostiarra se ha quedado pequeño demasiado pronto. Ya en marzo de 2010 un informe aseguraba que el palacio "corría riesgo de sufrir un deterioro de la cifra de negocios actual en la medida en la que se cumpla el incremento del grado de rivalidad para segmentos de congresos pequeños y medianos, de menos de 1.100 asistentes, y el Kursaal no haya logrado desplazar su posicionamiento competitivo hacia el nicho de congresos de más de 1.100 personas".

Hasta el momento se habían barajado dos opciones para que este espacio pudiera albergar los eventos más grandes. En primer lugar, se planteó la posibilidad de crear un subterráneo debajo del paseo de la Zurriola y de construir un edificio junto al de las oficinas. Este proyecto supondría que el Kursaal podría contar con 4.000 metros cuadrados más a los que habría que añadir los 420 con los que tendría el nuevo módulo del paseo.

Sin embargo, a pesar de que en marzo de 2010 se realizaron una serie de catas, esta propuesta fue descartada por su elevado coste y por las dificultades técnicas que implicaría. En su momento, se llegó a hablar de cifras que rondaban los 16 millones de euros -la construcción del palacio costó alrededor de 60 millones-.

La segunda opción valoraba que la sala Kubo, el espacio expositivo de Kutxa que cuenta con unos 1.000 metros cuadrados, fuera trasladada. Entre las posibilidades estaba Tabakalera.