Donostia. Fue hace dos años cuando el Ayuntamiento de Donostia, liderado por Odón Elorza, cambió la ordenanza de establecimientos hostelería que obligaba a cumplir unas distancias mínimas entre estos locales. Desde mayo de 2009, los establecimientos de hostelería como cafeterías, bares de pintxos o restaurantes se pueden instalar sin cumplir las distancias mínimas en todas las zonas de la ciudad, excepto en las saturadas, como la Parte Vieja y San Bartolomé.

Esto ha provocado que en varios lugares de la capital guipuzcoana los bares y restaurantes hayan proliferado hasta el caso de que, por ejemplo, en la calle Zabaleta de Gros hay tramos en los que los bares se suceden uno detrás de otro.

En su día el concejal socialista de Medio Ambiente, Denis Itxaso, defendió esta postura alegando que "los locales hosteleros dan vida y seguridad a los barrios". Sin embargo, la medida fue rechazada por toda la oposición, entonces formada por PNV, PP y EA.

Ahora, dos años después, la situación parece aceptada por todos, si bien son algunos de los propios hosteleros los que se quejan de la competencia, que en algunas partes de la ciudad puede llegar a ser "feroz".

Otros, sin embargo, opinan que la presencia de otros locales puede ser beneficiosa por el efecto "llamada" que generan los locales más modernos o novedosos.