En un comunicado, titulado "Ocupen su lugar, la función acaba de empezar", miembros del 15M se refieren a su ocupación ayer por unas horas de este teatro de Donostia que, según precisó la Guardia Urbana, no fue desalojado sino que fue abandonado voluntariamente por sus tres ocupantes, dos hombres y una mujer.

Ellos explican que decidieron "abrir" este espacio, en desuso durante los últimos 30 años, para "desarrollar una cultura abierta" por lo que ayer, sobre las 11:30 horas, colgaron tres pancartas de diferentes ventanas del edificio y publicaron su "acción en un blog", lo que provocó la presencia de periodistas en la zona. Los okupas, habían decidido abrir este espacio para "convertir un edificio muerto en un espacio de participación ciudadana, de personas y grupos que busquen la gestión de lo colectivo y siempre bajo valores como la democracia, la confianza, la generosidad, la transparencia y el cuidado y el desarrollo de lo común".

"Esperábamos que permitiera desarrollar una cultura abierta y ciudadana, donde el trabajo colectivo, el debate, la experimentación y la lucha por nuestros derechos fueran lo esencial", han añadido.

Aseguran que hora y media después se desplazaron al lugar varios efectivos de la Guardia Municipal, cuyo mando, al requerirle desde el interior la orden de desalojo, les comunicó que no iba a producirse tal extremo.

Sin embargo, afirman que unos instantes más tarde varios agentes "comenzaron a forzar la puerta hasta que la reventaron", accedieron al edificio e identificaron y cachearon a sus ocupantes a los que informaron de que "tenían dos formas de salir: por las malas o por las buenas".

Aclaran que ante esta advertencia decidieron salir de forma pacífica, aunque califican de "falta de sentido común" que la Policía Municipal "considere este desalojo como un no desalojo".

También critican a la empresa Sociedad Anónima de Deportes y Espectáculos (SADE), propietaria del inmueble, por afirmar que el edificio no está abandonado, pese a que cerró sus puertas hace 30 años.