Donostia. No hubo casi nada inesperado. El Ayuntamiento aprobó ayer la subida de las tasas y los impuestos para el ejercicio 2012, con un considerable apoyo. De los trece dictámenes que se debatieron, siete fueron aprobados por unanimidad de toda la Corporación. Según el delegado de Hacienda, Jabi Vitoria, el aumento de la presión fiscal afectará de la siguiente manera a la familia media donostiarra: su factura, que actualmente ronda los 716 euros anuales, se incrementará 24 euros. "Dos euros más al mes", aclaró Vitoria.

Pese a que la aprobación de todas las tarifas se tuvo lugar ayer, Bildu ya tenía mucho trabajo de cocina hecho. El Gobierno llegó la semana pasada a un acuerdo con el PSE para sacar adelante sus propuestas. Concretamente, Bildu aceptó todas las enmiendas de "carácter social" que presentaron los socialistas.

Vitoria, en su primera intervención de ayer, hizo un repaso general a la situación económica del Ayuntamiento, que calificó de "grave". A su juicio, en la anterior legislatura se hicieron previsiones de ingresos que no se ajustaban a la realidad. Por ello, para intentar mantener el equilibrio financiero -es decir, que el gasto corriente no supere el ingreso corriente- Bildu apuesta por subir la presión fiscal, al tiempo que reduce el gasto corriente. "Vamos a defender un planteamiento restrictivo en cuanto al gasto para 2012, que no exceda lo presupuestado en 2011", afirmó el responsable de Hacienda.

bonificaciones Por su parte, el concejal Ernesto Gasco, visiblemente satisfecho por la asunción de todas sus iniciativas por parte del Ejecutivo, indicó que las propuestas buscan paliar la situación de "los que menos tienen". De esta manera, enumeró los logros conseguidos por su formación. Se felicitó de que en relación al Impuesto de Vehículos, 65.000 de coches van a tener un aumento inferior al IPC (3%), mientras que se va a gravar a los coches con más caballos fiscales, los de "alta gama".

A su vez, anunció que gracias a los socialistas, entre otras cuestiones, se ha conseguido la congelación del bonobús social, el joven y el mensual, y que en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) las familias con rentas inferiores a 1,5 veces el salario mínimo interprofesional reciban una bonificación de un 20% en la factura. En cuanto al IBI, Vitoria informó de que el recibo medio pasará de ser de 315 a 330.

Desde las filas populares, el edil José Luis Arrúe indicó que "no son buenos tiempos" para la economía y menos con la "apuesta" que pactaron Bildu y el PSE. Arrúe criticó que el Gobierno plantease una subida de la presión fiscal pero no haya aclarado para qué. En este sentido, denunció que debería haber un Presupuesto sobre la mesa.

También denunció que la subida sea superior al IPC, y que ronde el 5%. Gasco, más tarde, respondió que el aumento sí se ajusta al 3% del indicador. También hizo referencia al Barómetro de la Economía Urbana, un documento que presentó recientemente el Ayuntamiento, que reveló que el poder adquisitivo de los donostiarras ha descendido un 4% en el último año. Arrúe reprobó que se aumente la presión fiscal, al tiempo que baja el poder adquisitivo.

El portavoz jeltzale, Eneko Goia, también hizo referencia a este dato y criticó que se propusiese un aumento superior al del IPC en las tasas y los impuestos que más directamente afectan a los ciudadanos, como el IBI o el Impuesto de vehículos. Los jeltzales mantuvieron la postura de no apoyar aquellos dictámenes que superasen un aumento del 3% del indicador.

Asimismo, Goia comparó Donostia con las capitales del entorno y preguntó al Gobierno por qué se produce un incremento mayor de la presión fiscal en la capital guipuzcoa en relación a Bilbao y Vitoria. A su vez, Goia manifestó el deseo de conocer qué va a hacer el Ayuntamiento para reducir el gasto corriente.