Algunos no lo sabían, pero casi todos comparten el deseo de que no se derribe. Hace unos días este medio adelantó que el bar-restaurante ubicado en la playa de Ondarreta iba a ser desmontado, debido a que su concesión acabó en mayo del pasado año y a que la construcción incumple la Ley de Costas.

El Ministerio de Medio Ambiente busca, además, liberar un espacio de arena seca y compensar con él en parte la aparición de piedras en el arenal donostiarra.

Ayer al mediodía varios ciudadanos caminaban por el paseo de Ondarreta. Javier, quien no quiso revelar su apellido, era uno de ellos, y opinó que el negocio ofrece un buen servicio a los bañistas y que la "aparición de las piedras no debería afectar" a la decisión de renovar o no la concesión. La Ley de Costas prohíbe la instalación de este tipo de infraestructuras en las playas; no obstante, de vez en cuando hace una excepción, como en el caso de esta playa, donde el negocio ha estado abierto los últimos 17 años.

Otro donostiarra, Javier Franco, que caminaba con su perro por el citado paseo, consideró "una tontería" eliminar el espacio hostelero, dado que no ocupa casi espacio. Además, opinó que está bien que la playa cuente con un sitio para tomar algo. "Somos animales de costumbres", afirmó.

Aitane Ijurko, quien vive en el entorno de Ondarreta, coincidió en que eliminar la infraestructura es una decisión desafortunada, dado que en una zona cercana no hay ningún otro local que ofrezca un servicio de ese tipo. "Habría que ir hasta el hotel Eceiza", indicó.

Juan Bautista, que portaba una caña de pescar, ya era conocedor de la noticia. Apuntó que las instituciones nunca dicen los motivos reales por los cuales se toman ciertas decisiones. El pescador consideró que el bar-restaurante "ofrece un servicio", pero también aseveró que "si se deja a este hay que dejar también a los demás". "Los motivos reales hay que conocerlos", sentenció Bautista.

otras opciones

Los toldos

Maria Luisa Aranburu es una habitual del bar-restaurante durante la Semana Grande. Ella y sus conocidos suelen tomar algo en el lugar mientras disfrutan de los fuegos artificiales. Consideró que no deberían quitarlo, pero reconoció que las piedras también son "un problema". Sobre liberar espacio de arena seca para compensar el que ocupan las piedras, Aranburu señaló que los toldos también se podrían quitar para ello, "pero claro, los toldos dan dinero".

La única voz discordante a este respecto fue la de Luis Sanfelix. Le pareció "oportuna" la decisión de desmantelar el local, y más "viendo cómo están las ordenanzas" en otros lugares como Andalucía. A su vez, dijo que podían instalarse otro tipo de quioscos en la playa que supliesen ese servicio.

Sea como fuere, el Ayuntamiento de Donostia está negociando con Costas dar una salida al problema. El Consistorio desea hacer cumplir la ley y, al mismo tiempo, mantener algún servicio de bar en la playa de Ondarreta.