EN 1997 se aprobó la concesión a la familia Martínez Labiano, los Chopera, y el 11 de agosto de 1998 abrió por primera vez sus puertas la plaza de toros de Illumbe, aunque las obras no habían concluido aún. Desde entonces han pasado trece años y, también, varios procedimientos judiciales que han devuelto el complejo al Ayuntamiento, obligado a abonar hasta 21 millones de euros.

El origen de la polémica se remonta, precisamente, a aquel Pleno de 1997 en el que se aprobó la concesión de la parcela para la construcción y gestión del centro de ocio y la plaza de toros a los Chopera, con quien el Consistorio había firmado un acuerdo previo unos años antes para levantar una plaza de toros. En ese Pleno votaron a favor todos los grupos municipales con representación excepto IU y HB. Los concejales de este último partido fueron los que recurrieron a los tribunales para denunciar que la concesión se hizo sin el necesario concurso público. También acudieron a la justicia los responsables de Sade (Sociedad Anónima de Deportes y Espectáculos), propietarios de varias salas de cine en Donostia, perjudicados por la instalación de los cines Warner en el centro de ocio.

Mientras los jueces estudiaban el caso, las obras arrancaron y la plaza y el recinto de ocio se inauguraron. Tras la feria taurina de 1998, la cubierta de la plaza se estrenó en abril del año siguiente y el centro de ocio empezó a funcionar.

sentencias

Primeros reveses

En 2002, sin embargo, llegó la primera sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que anuló la adjudicación directa de la gestión de Illumbe a Nuevo Desarrollo de Anoeta (empresa de la que son titulares los Chopera). Sendos fallos estimaban, así, las denuncias de los concejales de HB y de Sade, aunque tanto el Ayuntamiento como NDA recurrieron la decisión ante el Tribunal Supremo, mientras todo el complejo continuaba funcionando. Esta sala, sin embargo, confirmó en sentencias de 2004 y 2006 que la adjudicación fue ilegal.

Así las cosas, y con la paulatina pérdida de espectadores en las salas que se sumaba a la complicada situación de los cines, Warner decidió en 2006 clausurar las salas que tenía en Illumbe. A este cierre le fueron siguiendo, después, el de algunos establecimientos más pensados para el público familiar, de manera que poco después en los locales del recinto sólo quedaban bares y salas de fiesta que trabajaban, casi exclusivamente, en horario nocturno.

En aquel momento el Gobierno del PSE-EE se planteó reconvertir el espacio en un centro comercial, al tiempo que defendía en los tribunales que la sentencia del Supremo no era ejecutable por los perjuicios económicos que podía suponer.

Finalmente, en 2008, el Consistorio renunció a defender esa opción y alcanzó un acuerdo con NDA para rescindir el contrato que mantenían e indemnizar a los Chopera con 21 millones de euros (aunque NDA demandaba ocho más), por el coste de la construcción del complejo y los beneficios que dejaría de recibir. El Gobierno presidido por Odón Elorza convocó entonces un concurso para adjudicar la gestión del complejo que quedó desierto por lo que, a principios del año pasado, la gestión del centro pasó a ser municipal y, desde entonces, corre a cargo del Patronato de Deportes.

Los litigios no concluyen ahí, ya que el Ayuntamiento decidió retener de esos 21 millones la parte que ha destinado a reparaciones necesarias, en su opinión, por la falta de mantenimiento adecuado durante los años que el recinto ha estado a cargo de NDA. Concretamente, el Consistorio ha destinado en torno a un millón de euros a esas reparaciones y 400.000 euros a arreglar la cubierta retráctil de la plaza de toros, que no podía abrirse desde hace varios años.

seguridad

Incidentes

Además de los problemas judiciales, Illumbe también ha sido el escenario de varios incidentes y agresiones en los últimos años. El recinto de ocio se ha convertido exclusivamente en un espacio de ocio nocturno y, precisamente, de madrugada ha habido varios sucesos lamentables. El último fue una agresión con arma blanca en marzo de este año en el interior de una de las discotecas del recinto. Un par de años antes se denunció, incluso, la violación de una joven en las inmediaciones, lo que llevó a varias asociaciones a catalogar Illumbe como un punto negro para la seguridad.

El nuevo Gobierno municipal de Bildu ya ha declarado que estudiará qué hacer con Illumbe. Defienden la gestión pública del recinto, pero quieren reconvertirlo y abrirlo a la ciudadanía. De momento, el alcalde, Juan Carlos Izagirre, ha anunciado que tienen varias ideas sobre la mesa que intentarán desarrollar para recuperar el espacio para los donostiarras.