Donostia. El Buen Pastor se encuentra en obras. Quien se haya acercado a las inmediaciones de la catedral donostiarra habrá observado que las cuatro torretas del pie del templo llevan desde mayo cubiertas por andamios de un llamativo color verde. Y es que desde el mes pasado hay operarios que intentan "rehabilitar" y "reforzar" estas torretas que sirven de sujeción a la torre principal.

Según explicó a este periódico el párroco del Buen Pastor, Bartolomé Auzmendi, la estructura de estos pilares se encontraba deteriorada. En su interior, cuentan con una estructura de hierro que se ha degradado, por lo que tiene que ser "rehabilitado". Auzmendi explicó que a finales de junio concluirán los trabajos.

Tras ellos, en una fecha sin concretar, se iniciará "el cerramiento de los huecos de la torre" del templo. Según Auzmendi, la construcción cuenta con unos huecos por los que se introducen palomas, que acaban dañando las estructuras de piedra. Para evitar esto se va instalar una malla metálica que impedirá el paso de las aves al interior. Además, la red será movible, por lo que si es necesario modificar la iluminación de la catedral de alguna forma, la nueva instalación no molestará.

122 años A comienzos de mayo se celebró el 122 aniversario de la torre del templo del Buen Pastor. La iglesia se inauguró oficialmente en 1897, pero cuando lo hizo no contaba aún con la torre que se encuentra en su pie. Serapio Múgica recoge en su Geografía de Gipuzkoa que "la inauguración se celebró con gran pompa y solemnidad. El 30 de julio de 1897 por la mañana se hizo la ceremonia de consagración de la iglesia por el señor obispo de la diócesis", al tiempo que añade "el edificio, al inaugurarse, tenía la torre a medio levantar, puesto no se terminó hasta mayo de 1899".

Toda la construcción, incluyendo cinco altares, ornamentos y objetos de culto, tuvo un coste 1,33 millones de pesetas, "que se completaron por medio de suscripciones, donativos, limosnas y recaudación de sillas".

Igual que entonces, dentro de unas semanas la catedral donostiarra volverá a lucir su mejor aspecto una vez retirados los andamios que rodean de las torretas principales.