Donostia. El presidente de Aspagi, Fran González, no se muestra sorprendido de que ninguna cadena hotelera haya presentado una oferta para construir un nuevo hotel en el solar que ahora ocupa Hydra: "No les salían las cuentas".
¿Por qué cree que no se ha presentado nadie al concurso?
El proyecto en general no es viable. No es que el canon de 1,5 millones fuera alto, al contrario, era barato, si hubiera que comprar el terreno con el dinero del canon no se podría. Pero es muy difícil que las cadenas se interesen por un hotel de esa capacidad, de 60 habitaciones. Hay más variables: el tipo de construcción que tiene que ir en esa zona, si hay que hacer parking... No es problema de financiación, es de viabilidad del proyecto. No salen los números.
Desde Aspagi se critica que el Ayuntamiento se implique y promueva nuevos hoteles en la ciudad.
Es una competencia desleal y una injerencia por parte de la Administración que no se tiene que dar. Estamos en una sociedad de libre mercado, el que quiera venir que venga. Creemos que las instituciones lo que tienen que hacer es fomentar el turismo, y si se hace bien, el turismo vendrá, y vendrán los hoteles, las cadenas y quien tenga que venir. Pero por sus propios medios, no ayudados por el Ayuntamiento o por otras instituciones.
¿Creen que no es su labor la promoción de hoteles?
Creemos que no es su labor, por eso hemos acudido al Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia.
Denuncian que hay competencia desleal si el Ayuntamiento promueve hoteles en suelo público, como en el caso de Ondarreta.
Sí, eso es. Entendemos que es una competencia desleal pero queremos que alguien ajeno a la asociación o al Consistorio haga de árbitro. Hicimos una consulta previa al tribunal para ver qué pensaba y nos dijeron que presentáramos la denuncia. Y se ha admitido.
Además del caso de Hydra, también citan la propuesta del Consistorio para construir otro hotel en Sagüés.
El tema de Sagüés está más verde, pero había otro más cercano, el de Morlans. En ese caso el Ayuntamiento incluyó una parcela de uso terciario en la urbanización y el promotor la iba a destinar a un hotel, pero por la crisis inmobiliaria se ha parado el proyecto. El de Sagüés es más a largo plazo, no sé si se llevará a cabo algún día.
¿Cree que, como ha dicho en varias ocasiones el alcalde, Odón Elorza, hacen falta más hoteles en la ciudad para seguir ganando visitantes?
Se está vendiendo la imagen de que estamos completos, lo cual no es una realidad. La media anual de ocupación es del 65%, nos queda un tercio de la capacidad de los hoteles para vender. Además, en los tres meses de verano estamos en una ocupación de alrededor del 90%. Eso quiere decir que en invierno estamos muy bajos. En enero estábamos al 36,72% de ocupación y en febrero, al 47,22%. Lo que hay que hacer es luchar a favor de la desestacionalización.
Para repartir las visitas todo el año.
Claro. Porque tampoco creo que la ciudad pudiera admitir mucha más gente en verano, se satura en cuanto hay un congreso importante y llega el verano.
Por lo tanto, no creen que hagan falta más hoteles.
Pensamos que no. Aunque siempre hemos dicho lo mismo: nosotros no somos quiénes para decirlo. Si alguien quiere venir y montar un hotel nos parece perfecto. Y se han hecho cosas nuevas, se van haciendo poco a poco. Lo que decimos es que no queremos que haya injerencias públicas en este tema.
¿Cómo han sobrellevado la crisis?
Curiosamente, no ha cambiado mucho, andamos entre el 60 y el 70% de ocupación media anual. En verano las ocupaciones son altas y se mantienen, a pesar de la crisis. Como ahí tenemos un nicho bastante importante, la variación no puede ser muy grande.
¿El último verano hubo más visitantes que nunca?
Ése es el problema, que las cifras se interpretan según interesa. A veces se habla de visitantes, de pernoctaciones, de ocupación... Nuestros datos dicen que en 2009 se bajó respecto a 2008 y en 2010 nos mantuvimos respecto a 2009, pero después de ese bajón. Estamos en cifras de 2006.
Entonces, ¿no ha habido récord?
No. Además, para conseguir mantenernos hemos bajado los precios por la crisis. Por lo tanto, estamos facturando menos y gastando más.
¿Todavía hay margen para crecer?
Está clarísimo. El mayor ejemplo es que haya quedado desierto el concurso. Además, los interesados no han sido cadenas hoteleras, ya están prácticamente todas aquí. Y es muy difícil que venga una internacional, no somos un destino internacional porque no tenemos aeropuerto. Volvemos a la misma historia de siempre: tenemos muchas carencias como ciudad turística. Tenemos la postal, pero nos falta el aeropuerto y todo tipo de comunicaciones, ni tenemos tren, ni tenemos estación de autobuses. Somos la única ciudad con puerto que no tiene un puerto deportivo en condiciones. Es un tema que hay que tomarse en serio.
¿Las instituciones deberían trabajar en ese sentido?
Sí. Colaboramos con ellas en San Sebastián Turismo y en políticas de promoción. Antes de que los políticos pensaran que el turismo era importante, nosotros ya estábamos ahí promocionando la ciudad: primero convencemos al cliente de que Donostia es una maravilla y de que tiene que venir, y luego le decimos que venga a nuestro hotel y no al de al lado. Pero primero vendemos Donostia.