Donostia. Las calles Andia y Miramar, reservadas al transporte público, se cerraron ayer al tráfico con motivo de las obras de urbanización de la plaza de Cervantes y de las últimas fases de los trabajos del aparcamiento que se está edificando bajo ella.

El cierre de las calles se llevará a cabo porque es necesario colocar una grúa para realizar los trabajos de urbanización de la plaza. La concejala de Obras y Proyectos, Duñike Agirrezabalaga, explicó ayer que "esa grúa tiene que estar en la calle Miramar", de ahí que sea necesario cerrar al tráfico esa vía.

Asimismo, la concejala comentó que se va a reabrir un agujero en el cruce de la calle Miramar con la avenida de la Libertad, en la zona más cercana a la plaza de Cervantes. Según explicó Agirrezabalaga, el agujero había sido tapado de "una manera superficial" con el fin de permitir abrir al tráfico la calle Miramar el pasado mes de agosto y descongestionar, así, la calle Hernani.

Ahora, aprovechando que la calle se va a cortar por la instalación de la grúa, se va abordar "el cerramiento completo" de ese agujero. Estos trabajos tendrán una duración aproximada de un mes, pero la calle no se abrirá al tráfico hasta que se pueda retirar la grúa, en torno al 15 de mayo, según las previsiones municipales.

Mientras tanto, los medios de transporte deberán acceder a la avenida de la Libertad, de nuevo, por la calle Hernani. A partir de ahí, los vehículos que se dirijan a Amara continuarán por la calle Urbieta, mientras que los que tengan como destino el barrio de El Antiguo deberán continuar hasta el final de la Avenida para torcer en la calle Easo.

Agirrezabalaga apuntó que desde el Consistorio desean que para mayo la zona de Cervantes "esté despejada" para que el parking pueda comenzar a dar servicio a mediados del mes de junio.

Por su parte, la concejala de Movilidad, Maravi Dafauce, comentó que durante estos meses va a reforzarse la presencia de agentes de movilidad en la zona, sobre todo en las horas punta, con el fin de ayudar al correcto ordenamiento del tráfico y, en algunos caso, priorizar el paso del transporte público.

Bidegorri y taxis Dafauce, además, explicó que durante este mes los usuarios del bidegorri de la última manzana de la Avenida, entre las calles Easo y Urbieta, se encontrarán con obreros trabajando en la zona y con la posibilidad de que el carril bici se estreche o, incluso, se cierre.

Más adelante, en marzo, el citado tramo de bidegorri desaparecerá. Pasará, provisionalmente, al otro lado de la calle, pegado a la plaza de Cervantes, para conectar con el carril bici de la calle Miramar que llegará hasta el Boulevard donostiarra. A partir de mayo, sin embargo, ese tramo de bidegorri de la Avenida desaparecerá y se habilitará otro, también transitorio, que continuará por el paseo de la Concha hasta el Boulevard (al otro lado de las obras del parking).

Pero los cambios del bidegorri no quedarán ahí. El 15 de mayo se reabrirá la calle Miramar con dos carriles destinados al transporte público. El carril bici de esa calle cruzará la Avenida y conectará con el que hay en la calle Loiola, en estos momentos sin finalizar.

Por último, cuando culmine la urbanización de la plaza de Cervantes, se eliminarán tanto el bidegorri paralelo a la bahía como el de la calle Miramar, para construir un carril bici definitivo que atraviese la plaza hasta el propio Boulevard. De él partirá un ramal que cruzará la calle Miramar hasta la esquina de La Vaca y luego continuará por la Avenida hasta la calle Loiola.

Por otro lado, en la citada última manzana de la Avenida, después de suprimir el bidegorri entre Easo y Urbieta, se instalará de manera definitiva la parada de taxis que, en estos momentos, se encuentra frente a la hamburguesería La Vaca.