Los trabajadores de los polígonos industriales afectados por la ampliación de la OTA reivindican sus derechos. Ayer tuvieron lugar varias iniciativas en contra de la decisión del Ayuntamiento de instalar zonas estacionamiento regulado en Igara, Miramon, Zuatzu y universidades.
Por un lado, los empleados del centro tecnológico de Miramon salieron a la calle, a las 18.00 horas, para denunciar la situación. También se recogieron firmas que se presentarán en el Consistorio pidiendo que se eche atrás la ampliación de la OTA.
Por otro lado, en el polígono empresarial de Igara, hacia las 18.15 horas, a la altura del bar Txola, se reunieron una veintena de personas con la intención de empapelar la zona con carteles de que decían No al estacionamiento de pago. La quedada se convocó mediante el grupo No a la OTA de Igara, Universidades, Zuatzu y Miramón de facebook (www.facebook.com). Precisamente, varios de los responsables del grupo que se encontraban allí explicaron que el "hace un par de años que abrieron el grupo", pero que no ha sido hasta ahora cuando ha cogido peso e impulso.
Las personas que se acercaron, que prefirieron que sus nombres no fuesen publicados, expusieron que en Igara hay muchos trabajadores del territorio, y que ven muy difícil desplazarse hasta el polígono donostiarra en transporte público porque hay muy malas combinaciones. Al hilo de este asunto, una de las afectadas expuso que esta decisión va en contra de la conciliación laboral y familiar.
De cualquier modo, los trabajadores expusieron que el problema de Igara no es únicamente el estacionamiento regulado, sino el aparcamiento en general. "No hay sitio para aparcar, la OTA es la gota que colma el vaso", aseguró la mujer.
Los trabajadores denunciaron que la situación de aparcamiento en Igara no es buena. Uno de los asistentes a la pegada de carteles comentó que hace tiempo los aparcamientos eran en línea y que después los colocaron en batería. Pese a ese "parche" la situación no mejoró del todo.
Aunque, quien más, quien menos, todos los asistentes se mostraron optimistas sobre sus reivindicaciones. Algunos creían que tras la polémica y las movilizaciones, el Ayuntamiento modificará su decisión. Otros, los más optimistas, consideraron que el Gobierno local, formado por PSE-EE y Alternatiba-Aralar, se retractará y no extenderá la OTA.