Donostia. El histórico bar La Cepa de la Parte Vieja de Donostia cerrará a partir de mañana para acometer una serie de trabajos. Durante veinte días, los operarios contratados procederán a aislar el local para evitar que los vecinos sufran cualquier tipo de molestia acústica.

Desde el restaurante informaron a este diario que el establecimiento ha recibido en los últimos tiempos varias quejas vecinales a causa de los ruidos que proceden del local. Concretamente, de un residente que tiene su vivienda encima del establecimiento, en el número 7 de la calle 31 de Agosto.

A causa de las reiteradas quejas, el local hostelero lleva varios días cerrando antes de tiempo, a las 22.00 horas, hecho que ha sorprendido a los clientes habituales del establecimientos, acostumbrados a frecuentar el bar hasta algo más tarde. Los responsables no han tenido más opción que insonorizar el local y, por ello, mañana comenzarán las obras, lo que conllevará que el establecimiento permanezca clausurado en torno a tres semanas.

No suele ser habitual que un bar de pintxos de estas características, que lleva ofreciendo un servicio parecido desde que abrió en 1948, reciba quejas por exceso de ruido. No obstante, según informó el encargado de La Cepa, el vecino del inmueble ha presentado "seis denuncias en un mes" alegando niveles de ruidos por encima de los baremos permitidos. El Consistorio, por su parte, ante las denuncias presentadas, ha requerido al establecimiento que tome las medidas necesarias para aislar acústicamente el local y evitar que la actividad propia de un bar restaurante -ruido de cazuelas, platos y cocina- suponga una molestia para los vecinos más cercanos.

En la Parte Vieja, al ser una zona de ocio nocturno, es habitual que los vecinos presenten quejas y denuncias contra locales de hostelería, que pueden incumplir tanto los horarios permitidos como los niveles de sonoridad autorizados. Sin embargo, por regla general, estas quejas suelen ir dirigidas a bares de tipo pub, en los que la música alta forma parte de la actividad.

Por otra parte, de un tiempo a esta parte, el horario de apertura máxima de los bares y la presencia de clientes en la calle han sido motivo de disputa entre el Consistorio y asociaciones vecinales, que reclaman un mayor control.

Hace no mucho, la agrupación de la Parte Vieja Ixo! exigió al Ayuntamiento que controlase de manera estricta el cumplimiento de las normativas referentes a la acústica en los bares, para salvaguardar el derecho al correcto descanso de los vecinos de la zona.

La ordenanza contra la contaminación acústica en Donostia prevé que los locales que emiten ruido o vibraciones y se encuentren en edificios habitados tengan un "tratamiento de insonorización apropiado" para garantizar un aislamiento mínimo de 55 decibelios en actividades con horario de funcionamiento diurno (8.00 a 22.00 horas) y de 65 decibelios si el funcionamiento se realiza, aunque sea de forma limitada o esporádica, en horario nocturno (entre las 22.00 y 8.00).