Donostia. La realidad no es la que era y aunque los puestos de los mercados y supermercados ofrecen castañas a la venta, es más que posible que procedan de tierras ubicadas a miles de kilómetros y no de los bosques cercanos. Lo mismo sucede en las casetas que se instalan por toda Gipuzkoa cuando comienza el otoño y permanecen durante esta estación y el invierno.

El cucurucho de castañas asadas es un vestigio del pasado que permanece y que supone un puesto de trabajo estacional para algunas personas que, en verano, se dedican a otro tipo de mercancías. Estas instalaciones temporales pagan a los respectivos ayuntamientos un canon por poder colocar el puesto, mucho más visitado si hace frío que si la temperatura es templada.

En Tolosa, Bergara, Arrasate, Zumaia, Pasaia, Elgoibar, Eibar, Azpeitia y Donostia, entre otras localidades guipuzcoanas, renacen cada año los puestos de castañas asadas en el tamboril, a la manera tradicional. Alguno de ellos tiene forma de máquina de tren y otros, de simple caseta para cobijar al vendedor. Como es lógico, los pueblos más pequeños carecen de este tipo de venta, ya que el reducido margen de negocio necesita abundante población para resultar algo rentable.

En las últimas décadas, y ante la escasez de este fruto a causa de la tinta y el chancro, la castaña guipuzcoana estaba casi desparecida por lo que mucha llegaba de Galicia, una región con abundantes castañales y donde este fruto no sólo tiene un larga tradición alimentaria sino que, también, forma parte de fiestas como el magosto, que se celebra por estas fechas con la castaña y el fuego como protagonistas. La castaña es, además, el primer producto agrícola que exporta la comunidad gallega.

Pero otras zonas cercanas también venden al exterior y Gipuzkoa ha degustado en abundancia las castañas llegadas del valle del Jerte, en Cáceres, y de otros puntos de la península, así como de Francia.

Pero, en la actualidad, los mercados internacionales se van inundando de castañas asiáticas, principalmente de China y Corea, de donde procede el 70% de la producción mundial, que va comiendo terreno a los frutos de tierras más cercanas. Turquía, por su parte, está también tomando el relevo de Italia, España y Portugal en cuando a la producción de este cultivo.

la fiesta La fiesta del magosto, en gallego, gaztainerre o gaztañarre, en euskera, es una actividad similar que se celebra generalmente entre el 1 y el 11 de noviembre, día de San Martín. En cada lugar, sin embargo, se acompaña de bebidas y alimentos propios de cada zona y cuenta con sus respectivas liturgias, algunas de gran antigüedad y otras recién inventadas.

Por ejemplo, en algunos puntos de Euskal Herria se comían las castañas asadas en el gaztainerre acompañadas de tortas de maíz (morokil), mientras que en el magosto gallego no faltaban el vino y el chorizo.

En Asturias, en el llamado magüestu, magostu o amagosto, los frutos asados a la brasa se acompañan con sidra, como no podía ser de otro modo.

La fiesta se repite en muchos otros lugares: en Cantabria se denominada magosta, en Extremadura, chaquetía, y en Cataluña, castañada.