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Intentan recuperar tierras expropiadas para crear un cementerio en Ametzagaina

el consistorio adquirió catorce parcelas propiedad de baserritarras de altzaLos tribunales reconocieron hace quince años el derecho de reversión de los titulares, al no haberse creado el camposanto

Intentan recuperar tierras expropiadas para crear un cementerio en AmetzagainaFoto: javi colmenero

donostia. Una familia altzatarra ha solicitado al Ayuntamiento la recuperación de terrenos que les fueron expropiados en el año 1977 para construir un cementerio en Ametzagaina. Tras años con el proyecto a vueltas y, tras comprobar que la idea no salía adelante, en la década de los 90 los propietarios que fueron expropiados acudieron a los tribunales para recuperar sus terrenos. Se reconoció su derecho de reversión en 1995 y la mayoría logró recomprar sus terrenos al Consistorio. Uno de ellos, sin embargo, no pudo recomprar entonces sus tierras y ha vuelto a intentarlo ahora.

Rufino Cortadi, del caserío Marrus, volvió hace unos meses a ponerse en contacto con el Ayuntamiento para intentar recuperar 32.000 metros cuadrados de terreno que le expropiaron hace 33 años. La Junta de Gobierno del Consistorio aprobó la semana pasada la valoración actual de esos terrenos en 673.000 euros. Sin embargo, Cortadi falleció hace sólo unos meses, por lo que está en manos de su familia recomprar las tierras, aún propiedad del Ayuntamiento.

La parcela en cuestión se encuentra en la zona verde de Lau Haizeta, entre el nuevo parque de Ame-tzagaina y los terrenos situados más al este. Además de esas hectáreas de la familia Cortadi, hace 33 años se expropiaron otras más del entorno necesarias para crear un cementerio que, según los proyectos iniciales del año 1969, iba a tener una extensión de 25 hectáreas: ocuparía gran parte de lo que actualmente es el parque de Ame-tzagaina y se prolongaría hacia el este.

Para avanzar en el proyecto, que se dividía en tres fases, en los años 70 procedieron a la expropiación de catorce parcelas que quedarían integradas en el camposanto. El precio por metro cuadrado que recibieron los propietarios dependía de si los terrenos eran llanos o en pendiente. El Ayuntamiento desembolsó un total de 34,5 millones de pesetas para adquirir 193.600 metros cuadrados de superficie, según los datos recogidos por Mikel Nistal en un artículo publicado en la revista Lurralde del Instituto Geográfico Vasco en 1997.

El anteproyecto varió ligeramente y se redujo hasta las 20 hectáreas de superficie, pero seguía sobre la mesa en los años 80. En 1985 se convocó un concurso internacional para elegir un proyecto y en 1993 se llegó a redactar un plan especial de la zona de Ametzagaina y San Marcos, que contemplaba la presencia del cementerio aunque, finalmente, en el Plan General de Ordenación Urbana que se aprobó dos años más tarde, se eliminaban las referencias al camposanto de todos los planos oficiales.

reversión Quince años después de las expropiaciones, al comprobar que el camposanto seguía sin construirse, los propietarios originales de los terrenos pidieron el derecho de reversión de las tierras, ya que no se habían utilizado para el fin que justificó su expropiación forzosa. En 1995 el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco reconoció el derecho de reversión y decidió que el precio que debían pagar los baserritarras era la actualización del valor del suelo correspondiente al año 1991.

Juanito Arrieta fue uno de los altzatarras del camino de Marrus afectados que, como la mayoría, recuperó sus terrenos en los años 90. Arrieta recuerda, incluso, que fue el propio Cortadi uno de los baserritarras que movilizó al resto para reclamar la reversión de las parcelas. Sin embargo, el titular del caserío Marrus no pudo entonces hacer frente a la suma de dinero que le exigían para volver a recuperar sus tierras.

De ahí que quince años después volviera a intentarlo. En septiembre de 2009 volvió a solicitar al Juzgado de Expropiación Forzosa de Gipuzkoa el justiprecio de los terrenos para ejercer ahora su derecho a recuperar el suelo. El expediente, finalmente, llegó la semana pasada al Ayuntamiento, que aprobó la actualización del valor del suelo en 2007.

valoración Si en 1977 Cortadi recibió 8,7 millones de pesetas por sus tierras, a los que habría que sumar cinco millones más por otras dos parcelas en 1980 y 2,5 más del caserío, al aplicar el incremento de 337,5% del IPC correspondiente al periodo de 1977 a 1991, el precio que podía haber abonado en los 90 por todos los terrenos era de 391.100 euros. La actualización hasta 2007 implica otro aumento del IPC del 72,2%, lo que lleva a la cifra final de 673.500 euros aprobada por el Consistorio la semana pasada.

Fijado el precio, la familia de Cortadi tiene vía libre para recuperar sus terrenos si ofrece esa suma de dinero. De lo contrario, seguirán en manos del Ayuntamiento, a pesar de que el cementerio que justificó su adquisición nunca llegue a existir.