El verano está tocando las puertas y, por efecto del cambio climático, es previsible que puedan darse importantes olas de calor. Por este motivo, el Ayuntamiento de Donostia ha actualizado e informado sobre la red de refugios climáticos que existen en la ciudad.
En la actualidad existen en Donostia 90 edificios y espacios verdes que pueden funcionar como refugios climáticos para atenuar los efectos del calor.
La red está compuesta por 37 edificios y 53 espacios verdes, que están claramente señalizados y se reparten por distintos barrios de la ciudad.
Características
Todos ellos cumplen con diversos requisitos: deben tener la temperatura adecuada, se recomienda que sea inferior a los 26 grados; son gratuitos, tienen que contar con los recursos adecuados para descansar, la accesibilidad debe estar garantizada, funcionan entre mayo y octubre y se tienen que señalizar debidamente.
Según ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Iñigo García, los refugios internos “abarcan edificios de distinta tipología”. En el listado se encuentras las casas de cultura, bibliotecas, museos, iglesias, centros comerciales o polideportivos.
Los refugios exteriores son los parques y jardines de la ciudad. Esta red la conforman los parques periurbanos de gran tamaño: bosque de Miramon, parque de Ametzagaña y parque de Ulia, los parques históricos, que son los de Aiete, Cristina Enea y Maramar; el Jardín de la Memoria y los paseos de Boulevard, Bizkaia y Francia.
La información sobre estos refugios climáticos se puede obtener en la web del Ayuntamiento, donostia.eus, y a través de los folletos que se han repartido en diversas instalaciones municipales, en Tabakalera y Kutxa Kubo.
Recomendaciones
Para acompañar esta iniciativa, el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Donostia dispondrá de carteles informativos con recomendaciones sanitarias, que se colocarán en edificios municipales. También se distribuirán folletos con esta información en distintos lugares.
¿Qué se recomienda hacer en estos folletos cuando hace calor? Beber agua sin esperar a tener sed y evitar bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas; no exponerse al sol, sobre todo en horas centrales; hacer uso de ropa ligera, clara y holgada; refrescar los hogares en los momentos de menos calor; evitar la actividad física en las horas con temperaturas más altas, consumir ensaladas, frutas y verduras que favorecen la deshidratación, y estar atento ante las necesidades de las personas más vulnerables, como menores, mujeres embarazadas y lactantes, y personas mayores o con enfermedades.