A mil bocatas por noche
Los momentos previos a los fuegos son los de más ajetreo para los bares
Donostia. Los tradicionales bares de bocatas de la parte vieja donostiarra se someten durante esta semana a una de las mayores oleadas de demanda de todo el año. El momento cumbre son los instantes previos a los fuegos artificiales, cuando cientos de personas acuden a bares como Juantxo, El Quinto Pino o Danena para pedir su refrigerio. Ante estas avalanchas humanas, los encargados de estos establecimientos no dan abasto.
Por este motivo, los cocineros y otros ayudantes de los bares, comienzan desde primera hora de la mañana con la preparación de los bocadillos, con el fin de estar pertrechados para cuando llegue la noche y con ella, cientos de personas reclamen su bocata: "Estamos aquí desde las 8.00 horas preparando los bocatas para la noche, que en total son alrededor de mil", explica Monse, una de las encargadas del bar El Quinto Pino de la plaza Sarriegi. "Aun y todo, reducimos la variedad habitual y nos limitamos a preparar tortillas, lomo y poco más", añade.
Dada esta coyuntura, estos establecimientos gastronómicos de la Parte Vieja se ven obligados a reforzar sus plantillas para esta semana, ya que no les es suficiente con su número de empleados habituales: "Estamos unos diez o once desde la mañana preparando los bocatas y, de normal, con cuatro o cinco nos bastamos", explica la hostelera de El Quinto Pino.
En el bar Juantxo la situación es muy similar. Los encargados de este tradicional establecimiento, conocido por sus bocatas, dicen que no disponen de cifras exactas, aunque uno de los empleados, Iñaki, informa de que son "una barbaridad" los bocadillos que venden cada noche. "Aquí trabajamos a destajo desde las 9.00 horas y, una vez comienza a venir la gente, estamos alrededor de quince personas en el bar; la mitad en la barra y la otra mitad en el almacén", agrega.
En el bar Danena, limítrofe al Juantxo, sucede más de lo mismo. La venta de bocadillos durante las noches de Semana Grande es también "masiva" y necesitan el apoyo de gente adicional para estos días. "Hacemos alrededor de 1500 ó 1600 bocadillos todas las noches y, lógicamente, a esa demanda no podemos hacerle frente únicamente con los habituales camareros. Por ello reforzamos nuestra plantilla de cara a estos días", afirma el encargado de la barra.
CRISIS
"Ha habido descenso"
Pese a la venta masiva que se lleva a cabo durante esta semana en los principales bares de bocadillos de la Parte Vieja, en la mayoría de estos establecimientos admiten que la demanda es "menor" respecto a años anteriores. Explican que comparándola con el año pasado "es parecida", pero retrocediendo tres o cuatro años, la diferencia "es considerable". "El año pasado la venta fue más o menos por el estilo. Ahora, si echamos unos tres o cuatro años para atrás, la demanda era notablemente superior a la actual", afirma uno de los encargados del Danena.
Respecto a los precios de los bocadillos, que rondan los cuatro euros, los hosteleros admiten que durante esta semana, se "redondean" ligeramente, con el fin de que sean números exactos y así facilitar el cambio: "Subimos 20 ó 30 céntimos para que la cifra sea exacta y no perder tiempo con el cambio, aclaran.