El concurso de fuegos artificiales va mejorando día tras día. La exhibición que ofrecieron ayer por la noche los alaveses de Valecea superó a las dos anteriores en color, garra, novedades y en la utilización del espacio, ya que supo jugar con explosiones casi al ras del mar y fuegos altísimos, sin dejar vacíos los espacios centrales. Valecea empezó fuerte el espectáculo, con mucho color (sobre todo muchos rojos) y, pese a momentos más relajados, en general, supo mantener la alegría y la intensidad de los lanzamientos hasta el final. Destacaron algunas formas geométricas y la combinación de las tres alturas hasta que llegó la traca final. Ahí los alaveses echaron el resto con todo un derroche de color, estruendo y velocidad.
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