Donostia. Una decena de agrupaciones de vecinos de Donostia piden al Ayuntamiento que desglose el presupuesto aprobado para 2010 para conocer cuál es la inversión prevista para cada uno de los barrios de la ciudad. Intuitivamente, las agrupaciones observan "grandes desequilibrios" entre unos y otros y denuncian, además, haber tenido dificultades para acceder al contenido tanto de las cuentas previstas para este año como del Plan General de Ordenación Urbana, cuya revisión se aprobó a finales de junio.

Estos dos documentos marcarán el futuro próximo de la ciudad y las agrupaciones consideran que en su elaboración no se ha tenido en cuenta su voz. Es una de las conclusiones a las que han llegado tras varias reuniones las asociaciones de vecinos de Bidebieta, Aiete, Egia, Altza XXI, Amara Bai, Herripe (Herrera), Osteguna (Larratxo), Hondarpe (Gros), Izbe (Intxaurrondo) y Ulia, que pretenden volver a reunirse en septiembre (y sumar alguna entidad más) para valorar la situación y actuar en consecuencia. Sin embargo, para esa valoración reclaman poder contar con información, como la correspondiente a las inversiones previstas en cada barrio.

Criticaron, asimismo, que de las cuentas recién aprobadas se caen inversiones prometidas como la urbanización de la cobertura de la trinchera de Intxaurrondo y que en otro ámbito, las comisiones de fiestas de los diferentes barrios reciben, en conjunto, el dinero que el Consistorio se gasta en los fuegos artificiales de una sola noche de Aste Nagusia.

plan general En una comparecencia conjunta, denunciaron, además, que el Plan General es "papel mojado" y que "nace muerto". En su opinión, el documento sigue las líneas marcadas hace seis años y "no ha tenido en cuenta la situación de crisis" actual. "¿Quién va a comprar todas las viviendas libres que se prevé construir en planes como los de Auditz Akular, Txomin o San Bartolomé?", se preguntaron. Añadieron que las últimas modificaciones aprobadas en el PGOU les parecen fruto de la "improvisación" y de la "falta de planificación", lo cual despierta su preocupación.

Los miembros de estas asociaciones vecinales incidieron en que algunos de ellos participan en foros como el Consejo Social, donde se escuchan sus propuestas, pero no se les hace caso, lo que está llegando a ser "insostenible" para personas "que llevan años dedicando parte de su tiempo libre a trabajar en sus barrios".