Donostia. Aunque muchos vecinos de los barrios circundantes ya lo han descubierto y recorren sus caminos a diario, el nuevo parque de Ametzagaina no ha sido aún objeto de inauguración. Lo será finalmente hoy, a las 12.00 horas, en el nuevo mirador situado en la zona más elevada del parque, un punto desde el que se divisan no sólo los barrios de Intxaurrondo y Loiola sino, también, la bahía donostiarra.

Tanto el alcalde, Odón Elorza, como la concejala de Obras y Proyectos, Duñike Agirrezabalaga, anunciaron ayer el acto de apertura de la nueva zona verde de Donostia, un espacio ocupado en el pasado por huertas clandestinas y escombros, que se ha convertido en 39 hectáreas de sendas, praderas y renovados rincones, tras una inversión de 11 millones de euros. Ocho de ellos se han gastado en la ejecución de las cuatro fases de obra y han procedido tanto del Ayuntamiento de Donostia como del Fondo Estatal de Inversión Local. Los tres millones restantes corresponden a las expropiaciones de terrenos efectuadas por el Consistorio para hacerse con toda la extensión del actual parque.

La primera fase de la reforma, la más cercana al centro comercial Garbera, fue inaugurada hace dos años. Una zona con mesas y sillas de piedra, además de caminos y un cráter artificial desde cuyo interior sólo se ve el cielo, fueron los primeros hitos del nuevo parque que fue completándose con posterioridad.

El recinto abierto cuenta en la actualidad con cuatro accesos: Uba, por Martutene; Garbera; el caserío Tuniz, junto al paseo de Otxoki; y las inmediaciones de Sagastieder, cerca del mismo paseo.

rincón romántico Uno de los lugares más llamativos de la renovada loma de Ametzagaina es el mirador ubicado en la zona alta, donde se desarrollará la inauguración oficial, con presencia del alcalde y los concejales. Pero también sorprenderá a los visitantes el reformado interior del fuerte de Ametzagaina, cuyas ruinas han sido acondicionadas con un camino en terrazas y abundante vegetación, lo que dota al lugar de un aspecto recóndito y romántico, tal y como han buscado los especialistas de Lur Paisajistak.

Las ruinas del viejo fuerte carlista fueron recuperadas en el verano de 2008, de la mano de un grupo de estudiantes donostiarras y de Wiesbaden, que participaron en un campo de trabajo que se ocupó de sacar a la luz y limpiar las viejas piedras transformadas hoy en jardín.

El alcalde, Odón Elorza, destacó ayer que las obras de recuperación de la loma comenzaron hace seis años e informó de que el parque dispondrá de algunas sendas aptas para la circulación de bicicletas. Por su parte, la concejala Duñike Agirrezabalaga expresó su satisfacción por poder inaugurar el nuevo parque y agradeció la colaboración de los colectivos vecinales que integran la coordinadora Lau Haizeta y que han aportado iniciativas para el diseño del lugar. "Como viene siendo habitual, los vecinos son quienes mejores ideas aportan y quienes mayor entusiasmo ponen a la hora de impulsar proyectos como éste, que será un parque emblemático usado por toda la ciudadanía".

Por su parte, el alcalde recalcó que el lugar contará con medidas de seguridad para evitar destrozos, como los producidos en los juegos infantiles, al igual que las pintadas.