"Amara Viejo no merecerá ese nombre"
El inicio de los derribos en Arroka 10 marca el comienzo del proyecto de San BartoloméCerca de una veintena de las 174 familias afectadas por la operación ya han sido realojadas en otros pisos
Donostia. Dos décadas han sido necesarias para que haya arrancado el proyecto de reurbanización y regeneración del entorno de San Bartolomé, en Amara Zaharra. 20 años de preocupación, trabajo y lucha de los propietarios de las viviendas que ayer comenzaron a disiparse con la caída del muro en Arroka 10.
Un nutrido grupo de responsables municipales y algunos vecinos se congregó junto a la sede de la Policía Nacional en Aldapeta y el colegio Marianistas para ser testigos del arranque del proyecto de San Bartolomé que, según las previsiones, precisará de ocho años para su finalización.
El alcalde de Donostia, Odón Elorza, el concejal de Urbanismo, Jorge Letamendía, acompañados por el equipo de gobierno al completo, además del gerente de entidad promotora de la obra, San Bartolomé Muinoa, Martín Arregi, tampoco quisieron perderse la cita.
A las 9.30 horas comenzaron a trabajar las excavadoras en el entorno del edificio de Arroka 10, el primero que caerá y en el que hasta el momento residían tres personas de edad avanzada, que en pasados días fueron realojadas en otras viviendas.
A este respecto, Letamendía indicó que en estos momentos "una veintena de familias" afectadas por el proyecto de regeneración de este entorno de Amara Zaharra ya han sido realojadas. El resto de traslados se irán produciendo según vaya avanzando la operación.
OBRAS Con el inicio de una obra de semejante envergadura, muchos vecinos se preguntaban cuál va a ser la afección del proyecto de San Bartolomé en su día a día.
A este respecto se refirió también el concejal de Urbanismo. Explicó que para que las molestias sean las mínimas, "se instalará un vial de obras" en el Alto de San Bartolomé, junto a la sede de la Policía Nacional y el colegio Marianistas, desde donde accederán los camiones a la zona en la que se están llevando a cabo los trabajos. De esta manera, se evitará el tránsito de los camiones por Amara Zaharra y se utilizará Aldapeta como vía alternativa.
Otro de los aspectos que han causado preocupación al Ayuntamiento es la sede de la Policía Nacional. Sin embargo, hace seis meses que se inició la construcción de la nueva comisaría en Aldunaene, junto al río Urumea, "lo que permitirá actuar en la zona alta del cerro", convino el edil donostiarra.
PROCESO Letamendía aseguró también que, con el primer derribo que tuvo lugar ayer, el inicio de las obras es "prácticamente inmediato". Tras la caída de Arroka 10, se actuará sobre Arroka, 4, 5 y 6; Plaza Easo 1, 2; Calle Easo 22; Alto de San Bartolomé y Amara 12. Asimismo, anunció que este mismo año se comenzarán a erigir los 174 edificios para realojos.
El colegio de San Bartolomé será otro de los elementos cuya construcción arrancará en 2010. Se construirá en la cota baja, junto a la prolongación de la calle Larramendi, lo que permitirá actuar en la zona alta del cerro. Esa misma prolongación de Larramendi permitirá, asimismo, convertir este camino en vial de subida y Aldapeta en un camino de bajada.
En los ocho años que se prevé serán necesarios para finalizar la regeneración del cerro de San Bartolomé, no sólo se levantarán 534 nuevas viviendas libres -174 de las cuales se destinarán a los antiguos propietarios de San Bartolomé-, también se creará "un garaje de cuatro plantas de bajo rasante". Además, una promotora privada construirá otro parking en Amara Zaharra, en el que podrán estacionar otros 400 vehículos. Todo ello permitirá, en palabras de Letamendía, cubrir las necesidades de estacionamiento del propio San Bartolomé, además de la de los vecinos del Centro de la capital guipuzcoana.
La nueva plaza de Arroka será otro de los proyectos estrella dentro de la operación de regeneración que, en los próximos años "se convertirá en el centro neurálgico de un barrio", una zona que, en palabras de Letamendía, "ya no merecerá el nombre de Amara Viejo. Cuando esté terminada la intervención, la ciudad no notará el cambio entre el Centro y lo que todavía se conoce como Amara Viejo", concluyó.
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