Amara y Mundaiz están cada vez más cerca entre sí, después de que el quinto puente, el que unirá Aldunaene y el entorno del hotel Amara Plaza, haya comenzado a tomar forma en los últimos días. A escasos metros de esta obra, se erige la que será la sexta pasarela sobre el Urumea, la que sustituirá al Puente de Hierro. Nuevos pilares que nacen con vocación de reordenar el tráfico de entrada y salida del Centro de la ciudad.
Han transcurrido casi dos años desde que las máquinas comenzasen a trabajar en esta intervención a la que el alcalde, Odón Elorza, se refirió como "coincidencia histórica de construcción de dos puentes". Ambas actuaciones han sufrido demoras en sus calendarios, pero todo indica que las pasarelas están en su fase final. Según informan desde el departamento de Obras y Proyectos, los trabajos del quinto puente finalizarán "después del verano" y los del sexto, "para mediados de junio, coincidiendo con los del vial del borde del río".

Quinto Puente
A la espera de la estructura
Las obras de la pasarela Lehendakari Jose Antonio Agirre, más conocida como quinto puente, están a punto de entrar en una fase "clave", porque después de meses preparando el terreno, los operarios de la UTE formada por Construcciones Donostia S.A, Urbanizaciones Iruña S.A y el grupo Mecanotubo S.A, están a punto de colocar las vigas y los arcos que sujetarán la estructura. Para ello, a ambos lados de la orilla se han construido dos apoyos provisionales de piedra sobre los que se asentará el puente.
Desde el departamento de Proyectos y Obras no se aventuran a calcular una fecha de colocación, pero informan de que "será en los próximos días", puesto que las piezas han de ser transportadas desde Asturias.
Por su parte, el encargado de la obra, Joseba Genua, indica que los empleados están preparados para el montaje, un proceso que según sus palabras será "bastante complicado". El responsable explica que previamente a la instalación, deberán elegir entre dos fórmulas: colocar las piezas una a una sobre el río "como si fuera un mecano" o montar la estructura fuera para colocarla más tarde sobre el agua. Para dicha operación, los operarios se servirán de unas enormes grúas que superarán las 300 toneladas de peso, algo que, "no es muy común".
Según el calendario de obra, a partir de mayo se trabajará sobre el cauce del río, desde donde se procederá al hormigonado, al asfaltado y a la pavimentación de esta estructura que podría estar operativa "para después del verano".
Con un diseño "moderno e innovador", esta infraestructura no dispondrá de pilares, sino que estará compuesta por una estructura mínima que permitirá una vista plana desde la desembocadura del río. Contará con dos arcos gemelos de 3,35 metros que emergerán desde la ribera derecha y se apoyarán en la margen opuesta. En su interior, se habilitarán cuatro carriles, dos aceras (cinco metros cada una) y un bidegorri.
Sexto puente
Diseño de aire ferroviario
A diferencia del quinto, el sexto puente ya luce sobre el río Urumea y demuestra el diseño de aire ferroviario con el que fue ideado por la ingeniería Arenas y Asociados. Con 85 metros de longitud, está compuesto por una gran viga de hormigón en forma de claustro aguas arriba y una barandilla de celosía tipo Warren (pared compuesta por triángulos inventada por un ingeniero inglés del siglo XIX).
El jefe de obra, Sergi Valentí, explica que "después de las demoras iniciales, los trabajos van según lo previsto y no queda mucho". Informa de que esta semana "se ha terminado la viga claustro, -que es la más complicada-, y las prelosas del tablero, la parte sobre la que se colocan las piezas de hormigón".
El puente dispondrá de cuatro carriles de circulación de los cuales dos enlazarán con la autopista A-8 en sentido Irun y los otros dos, con la autovía del Urumea. Junto a la infraestructura, discurrirá otro puente ferroviario (Renfe) de dos vías, a las que en el futuro se les unirá una tercera destinada al tren de alta velocidad (TAV). Precisamente por el hecho de estar adosado al puente del ferrocarril, el autor de la obra, Juan José Arenas, opinó que el sexto puente es "difícil de concebir y poco lucido".
Lo cierto es que esta infraestructura fue concebida para sustituir al Puente de Hierro y convertirse en un nexo de comunicación fundamental en la nueva trama viaria de salida y acceso de la autovía del Urumea.
Retrasos y Baile de fechas
Un abanico de problemas
Como sucede en la mayoría de las obras de esta envergadura, tanto el quinto como el sexto puente han sufrido demoras en sus calendarios de ejecución. Basta con recurrir a la hemeroteca para encontrarse con titulares que indicaban que "el quinto puente estará construido en 2008" (23/05/2006) o "el sexto puente estará finalizado en Semana Santa de 2009 como muy tarde" (20/01/2008).
Entre los imprevistos más destacados se encuentra la construcción de una pantalla de micropivotes en la margen izquierda del quinto puente para asegurar mejor el firme, puesto que los responsables de la obra descubrieron que el muro actual de encauzamiento no tenía estructura suficiente para soportar el tráfico. Además, hubo que modificar la cimentación y mover más tierra de lo previsto.
Aparte de las propios retrasos de la actuación, según han informado desde la casa consistorial, el retraso de las obras de la autovía del Urumea, así como el hallazgo de cuerpos de la Guerra Civil a escasos metros del sexto puente, han afectado al ritmo de las obras.
Otra de las dificultades a la que se ha tenido que hacer frente es al encarecimiento de las obras, ya que tanto la quinta pasarela como la sexta han visto crecer sus presupuestos. Concretamente la primera ha pasado de los 4,3 millones iniciales a los 5,7 millones, mientras que la otra se ha incrementado de 3,4 millones a 4,1. La suma de ambas asciende a 9,8 millones de euros.
Con el propósito de ahorrar, se han adoptado una serie de decisiones como sustituir el material del puente Lehendakari Jose Antonio Agirre, que será de acero al carbono en vez de acero inoxidable. Con el cambio, se ahorran 282.000 euros, que según la edil de Obras y Proyectos, Duñike Agirrezabalaga, "servirán para compensar los imprevistos de obra y los sobrecostes de cimentación".
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