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Un día de clase entre balones

Unos 450 alumnos de la Universidad de Deusto participaron ayer en la 18ª edición del Día del Deporte. La jornada transcurrió en ambiente amistoso y finalizó con una gran fiesta en Bataplán.

Un día de clase entre balones

los alumnos de la Universidad de Deusto sustituyeron ayer los libros de texto por los balones del polideportivo de Altza, donde disfrutaron de la XVIII edición del Día del Deporte. La jornada contó con la participación de unos 450 alumnos de distintas facultades, que tuvieron la oportunidad de conocerse entre ellos mientras practicaban deporte.

Fútbol, baloncesto, balonmano, natación, mus, ajedrez, voleibol, futbolín, tenis de mesa... los alumnos no pudieron esgrimir excusas para no participar porque durante todo el día se organizaron torneos de nueve disciplinas deportivas en grupo y de manera individual tanto en modalidad masculina como en femenina. Así que la convocatoria, como viene siendo habitual, fue todo un éxito.

"Hemos empezado a jugar hacia las 9.00 horas y seguiremos ininterrumpidamente hasta las 18.00 horas", explicó Jon Urretabizkaia, alumno de primero de Administración y Dirección de Empresas e Ingeniería informática. El joven acudió al centro deportivo de Altza acompañado de sus amigos Ibon Calvo y David Ochoa, con quienes jugó a baloncesto y tenis de mesa. "Es un día que está bastante bien porque en vez de dar clases, hacemos deporte y nos lo pasamos bien", explicó Calvo.

Marta, Jon, Nerea, Ainhoa, Gorka, Jon, Maider y Marta se inscribieron en el Día del Deporte en cuadrilla y jugaron a fútbol, ping pong y voleibol. Estos alumnos de segundo de Humanidades y Comunicación (Huco) comentaron que "lo mejor de este día es que conoces a un montón de gente con la que si no, no coincides".

Los partidos se prolongaron hasta la tarde, pero los jóvenes disfrutaron a la hora de comer de un rato libre en el que la Universidad repartió bocadillos, bebidas, galletas y chocolate para que los chavales pudiesen recobrar fuerzas y continuar con las actividades.

La participación no sólo fue alta en los partidos, sino también en las gradas del público, puesto que muchos jóvenes se acercaron al polideportivo para animar a sus amigos. Andrea y Alejandra, por ejemplo, acudieron a la instalación deportiva para ver a su amiga Olatz, al igual que Cristina del Fresno, Iera Aliri, Irene Aguirre y Diana Díez, que pese a no inscribirse como deportistas, pasaron la mañana jugando al futbolín y charlando con sus compañeros de clase de segundo de Empresariales.

La mayoría de los universitarios terminaron el día en la fiesta que se organizó por la noche en la discoteca Bataplán. Según cálculos de los organizadores, la cita reunió en torno a 700 personas entre quienes se repartieron los Premios Curiosos.