Donostia. La transformación vivida por el barrio de El Antiguo en los últimos 100 años quedará expuesta hasta el martes, día 5, en la muestra fotográfica que desde el 2 de diciembre está instalada en la casa de cultura Lugaritz y que recoge cerca de 150 instantáneas clasificadas en distintos paneles según su temática.

El Antiguo que vivimos es una muestra fotográfica elaborada con material aportado por particulares del barrio. Se trata de una recopilación vecinal, un puzzle de vidas anónimas y acontecimientos que muestran el ayer y el hoy de una metamorfosis. La mayoría de fotografías corresponden al periodo comprendido entre los años 50 y 80. El conjunto de la exposición muestra el contraste entre lo que fue hasta hace tres décadas una zona de marcado carácter industrial y lo que en la actualidad se ha transformado en una de las zonas residenciales más apreciadas de la ciudad.

Imágenes de personas que han sido y son historia del barrio, de festividades de arraigo en El Antiguo y de paisajes que ya dejaron de existir, como la vista que ofrecía la cárcel de Ondarreta desde 1890 hasta 1948. Instantáneas desde 1913 hasta hoy en día. De un burro junto al antiguo tranvía de la ciudad, de edificios de viviendas que actualmente acogen a miles de donostiarras.

El barrio y sus gentes en fotografía: alumnos de la escuela pública del barrio del curso 1916-1917, ex alumnos del colegio público reunidos de nuevo en 1980, la Tamborrada de los Luises en 1949, inundaciones de 1997 e imágenes que dieron trabajo hasta a 1.500 obreros en su día en factorías como Discos Columbia, Jabones La Providencia, Cervezas Kutz y otras muchas que hoy en día se han transformado en una la moderna zona residencial de Benta Berri.

La muestra se completa con un vídeo que recoge los testimonios de nueve personas mayores del barrio. Un grupo de mujeres y hombres que cuentan sus vivencias.