El deporte, como la vida misma, acostumbra a ofrecer segundas oportunidades, pero también la jugosa opción de confirmar que nada de lo logrado anteriormente está asociado a la mera casualidad. Esto último es lo que aspira a demostrar esta tarde, en un apasionante festival que arrancará a las 17.00 horas en el frontón Bizkaia, un lanzado Erik Jaka que pretende dar continuidad a su estado de gracia adjudicándose la txapela del siempre prestigioso Cuatro y Medio a costa de su gran amigo Jokin Altuna, quien busca revancha en una cita en la que intentará alejar el recuerdo de lo ocurrido hace menos de un mes en idéntico escenario. Jaka, no en vano, le superó 22-20 en otra final, la del Manomanista, que encumbró al de Lizartza y golpeó duro, donde más duele, al amezketarra, quien finalizó entre lágrimas un partido que le dejó tocado.

Tanto que el amezketarra, artista herido en su orgullo de campeón, llegó a poner en duda su incuestionable participación en un acotado en el que no ha hecho sino levantarse, golpear y espantar fantasmas para volver por sus fueros. La genética competitiva y ganadora que le acompaña e impulsa saltó a la palestra de inmediato en la jaula para devorar a Danel Elezkano (14-22) en cuartos de final y a Oinatz Bengoetxea (12-22) en una semifinal que superó con creces para volver a citarse, billete en mano, con un intratable Jaka, quien ha ido de menos a más en un nuevo torneo relámpago en el que sufrió de lo lindo para derrotar a Peio Etxeberria (22-21) en cuartos, antesala de su meritorio triunfo ante el vigente campeón, Joseba Ezkurdia, por un incontestable 22-16. Los dos finalistas de esta tarde, así las cosas, encuentran motivos para abrazarse al optimismo a tenor de sus recientes exhibiciones a la espera de que el Bizkaia, en soledad, dicte sentencia.

Altuna III, tras hacer historia al convertirse en el primer pelotari capaz de alcanzar cinco finales consecutivas en el acotado, busca su segunda txapela en la modalidad después de la lograda en 2017 contra Mikel Urrutikoetxea en el mismo escenario en el que vuelve a fajarse hoy con ánimo de revancha, pero sin considerarse favorito frente a un iluminado y agigantado Jaka que ya le hizo morder el polvo en el Manomanista y que sabe cómo hincarle el diente, si bien el cambio de distancia avecina una contienda del todo distinta. Nada que ver. El de Lizartza, de hecho, asume que “siempre que Jokin está en el frontón todo el mundo cree que tiene muchos boletos para ganar”, aunque el antecedente más cercano le otorga un extra de confianza que tratará de hacer valer para volver a cantar bingo en un pleito del que estarán pendientes todos los pelotazales.

Como quedó patente en la final del Manomanista, el factor de la experiencia volverá a quedar en un segundo plano, pues Jaka encara la segunda tras imponerse en la primera hace menos de un mes, mientras que Altuna, dos años menor que su rival y amigo, puede presumir de haber estado presente ya en seis finales, pero habiendo caído derrotado en cuatro de ellas. El de Amezketa, que se sinceró el martes en este periódico, lo tiene claro: “Será un partido muy complicado. Simplemente porque él está en un momento muy dulce. Al final, estar doce meses, como se dice, tocados por la varita mágica es imposible y ahora mismo Erik está con mucha confianza. Le sale todo y está en racha. Cuando un pelotari está así es súper peligroso”.

Jaka, por su parte, también se sinceró el miércoles en este periódico para confesar que “quién iba a decir que algún día íbamos a jugar Jokin y yo una final en contra y por suerte ahora vamos a vivir dos. En la primera para mí fue todo muy bien y ojalá en la segunda pase lo mismo”.

22-20

El pasado 29 de noviembre, en la gran final del Manomanista que albergó el frontón Bizkaia, Erik Jaka y Jokin Altuna se vieron las caras con la txapela más preciada en juego. El de Lizartza, pese a no partir como favorito, logró imponerse 22-20 llevando el pleito a su terreno y anulando a un Altuna que acabó la cita tocado y entre lágrimas.

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Jokin Altuna hará historia esta tarde al convertirse en el primer pelotari que disputa cinco finales consecutivas del Campeonato del Cuatro y Medio. El amezketarra perdió el título de 2016 a manos de Oinatz Bengoetxea (22-21), se sacó la espina un año después ante Urrutikoetxea (22-21) y cayó ante Ezkurdia en las dos últimas ediciones (22-17 y 22-16). Erik Jaka, por su parte, afronta su primera final en este campeonato.

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Hacia siete años que los mismos protagonistas de la final del manomanista no repetían en el desenlace del Cuatro y Medio. En 2013 lo hicieron Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo. El de Goizueta ganó el torneo de la ‘jaula’ por 22-16.

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Si Jaka se lleva la victoria se sumaría a un grupo de apenas media docena de pelotaris que han sido capaces de ganar el mismo año el Cuatro y Medio y el manomanista, tales como Soroa (1954), Retegi (1990), Patxi Eugi (2000), Aimar Olaizola (2005, 2012 y 2013), Juan Martínez de Irujo (2006, 2010 y 2014) y Mikel Urrutikoetxea (2015).

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Aimar Olaizola, con siete títulos, es el pelotari más laureado de esta competición, seguido de Julián Retegi, con cuatro, y de Eugi, Martínez de Irujo y de Nagore, con tres cada uno. Hasta ahora, ningún pelotari guipuzcoano ha conseguido calarse la txapela de campeón del Cuatro y Medio en más de una ocasión.

ÚLTIMAS FINALES

2017: Altuna-Urrutikoetxea 22-21