l valenciano José Antonio Carbonell ha venido para tres meses a Euskadi para realizar un estudio relacionado con la pelota. Está analizando los métodos de enseñanza de las escuela de pelota de Euskadi y comparándolos con los de Valencia, para mejorar la metodología. Carbonell ha venido con su mujer y sus dos hijos y se han establecido en el barrio Brinkola de Legazpi.

Este apasionado de la pelota tiene 41 años y vive en la localidad alicantina de Agost. Estudió Magisterio de Educación Física y Ciencias del Deporte. Después hizo el doctorado, sobre pelota valenciana. Trabajó como profesor de Educación Física en Primaria y Secundaria. En la actualidad imparte la asignatura de pelota valenciana en la universidad.

En su familia, como en otras muchas familias valencianas, hay afición a la pelota. "Mi padre dejó de jugar de joven, pero dos tíos míos jugaron hasta más tarde. Yo vivía en la calle en la que se jugaba a pelota, pero en aquellos tiempos no se enseñaba a los niños. Se jugaban unas cervezas o dinero, pero no enseñaban a los chavales. Quizá para que no apareciesen más rivales. El tema de las escuelas de pelota no es tan antiguo como aquí".

Él empezó a jugar en la universidad. "Me llamaba la atención, me apunté a un curso y me enganché. Todavía estoy aprendiendo. Me gusta el ambiente, el hecho de que se juegue con las propias manos, el darle diferentes efectos a la pelota, dominarla, el vestuario conjunto, jugar en la calle, mantener la tradición...".

Actualmente es el presidente del club de pelota de Agost. "Nuestro club es pequeño, pero tenemos todos una gran relación y estamos intentando conseguir un trinquete. Los de allí son más largos que los de aquí".

Entre la pelota valenciana y la vasca hay similitudes, pero también diferencias. "Allí se juega también a frontenis y paleta, pero las modalidades que se juegan con herramienta no están dentro de la federación de pelota. Solo está la mano. Además, nosotros hemos evolucionado hacia el juego directo y vosotros hacia el juego indirecto (contra la pared). También es verdad que en zonas de Gipuzkoa, de Iparralde, de Baztan... han conservado el juego directo y está en proceso de recuperación. Allí en frontón se juega sobre todo en el interior, con las mismas reglas que en la pelota vasca, pero con una pelota más pequeña y ligera. De todos modos, la modalidad reina es la escala i corda. Se juega en un trinquete, con una cuerda en el medio de la cancha. Pero los trinquetes no están tan acondicionados como los frontones de aquí. Y la grada forma parte de la cancha", explica.

Carbonell ha venido a Euskadi a realizar una investigación con los profesores de la UPV Oidui Usabiaga y Uxue Fernández. "Estamos aprendiendo los unos de los otros y mostrando las modalidades de pelota valenciana en las clases de pelota de aquí, pero nuestro objetivo principal es comparar los métodos de enseñanza de aquí y de allí para mejorar esos métodos. Se trata de dar un impulso a la pelota. Allí hay más necesidad que aquí, pues hay menos instalaciones", comenta.

Está luchando para que en Valencia se construyan instalaciones pequeñas, que se puedan utilizar todos los días. "No tiene sentido construir instalaciones grandes para que se utilicen solo una o dos veces a la semana. Hay que hacer instalaciones atractivas y de coste económico reducido, cuyo objetivo sea promocionar el juego. Y estas instalaciones deben estar dentro del pueblo, para que los niños las tengan a mano y las utilicen a diario. Muchos polideportivos se han hecho fuera de los pueblos y los chavales solo hacen actividad física el día programado, a la hora programada. El juego improvisado se está perdiendo, sobre todo en las ciudades más grandes. En ese sentido, lo que no entiendo es que en Euskadi se siga jugando con una pelota tan pesada y dura. Me parece que además de provocar lesiones, puede desanimar a los niños", indica.

Conoce ya casi todos los frontones de Urola Garaia y considera que es muy positivo que en todos los pueblos haya varios sitios en los que se puede jugar a pelota. "Los frontones pequeños, como el de Aztiria, están muy bien: el juego es divertido, se desarrollan las dos manos, se aprenden todo tipo de golpeos.... En Agost acabamos de recuperar dos canchas de jugar a pared, en la calle". Recuerda que los griegos y los romanos ya jugaban a pelota y que antes se practicaba este deporte en todo el Estado español. "Felipe el Hermoso murió en un partido de pelota".

La estancia durará tres meses y ha venido con su familia: su esposa María del Mar y sus hijos Marc (5 años) y Pau (2 años). "Como no iba a poder bajar a visitar a la familia, mi mujer ha pedido un permiso en el trabajo y hemos venido todos. No queríamos ir a una ciudad grande, por el coronavirus, y hemos buscamos un pueblo pequeño situado en un entorno donde se juega a pelota y bien comunicado con Vitoria. Dimos con los apartamentos rurales Bergaretxe en Internet y decidimos venir aquí. Estamos muy a gusto, pues el entorno es precioso y el trato fenomenal. En las escuelas de pelota me han recibido muy bien y los niños se han integrado muy bien en el colegio".

Está trabajando con dos profesores de la UPV: el usurbildarra Oidui Usabiaga y la urretxuarra Uxue Fernández

Se ha puesto en contacto con varias escuelas de pelota y a partir de hoy va a entrevistar a sus responsables