- A Gorka Izagirre se le haría raro verse a finales de junio de vacaciones. Son fechas que él casi siempre destina a preparar el Tour, prueba de cuyas once últimas ediciones ha disputado ocho. Solo se ha perdido las de 2014, 2017 y 2021, ausencia esta última que ha terminado endulzando la llamada de Pascual Momparler. Porque Gorka se ha quedado sin Grande Boucle, pero va a ser olímpico.

Al ormaiztegiarra, que cumplirá en octubre 34 años, todavía le queda ciclismo en las piernas. Pero tampoco descubrimos nada nuevo si subrayamos que su carrera ha entrado ya en la recta final. Por eso la cita de Tokio puede ser afrontada, en su caso, como un gran colofón a una notable trayectoria. Esto no es óbice, en cualquier caso, para que el mayor de los Izagirre haya hecho méritos para ser citado. Ni para que su papel el sábado vaya a distar mucho del de ejercer de mera comparsa. Gorka va a los Juegos porque su rendimiento puede ser relevante en la competición. Una competición que aspira a pelear Alejandro Valverde.

Es lo que tiene el ciclismo en ruta, en comparación con otras muchas disciplinas olímpicas. Participar en la mayoría de ellas supone un objetivo en sí mismo para sus deportistas, que acuden a la cita buscando la mejor clasificación posible. En el caso de Izagirre, mientras, hablamos de su inserción en un equipo cuyos integrantes van a sacrificarse para facilitar el éxito de un compañero. El citado Valverde lleva tiempo con Tokio entre ceja y ceja, y el seleccionador ha rodeado al murciano de sus hombres de confianza. No es extraño que Gorka figure entre ellos.

Porque Gorka compartió colores con el Bala durante cuatro años, entre 2014 y 2017, quizás las temporadas de mayor esplendor del antiguo arcoíris. Ha demostrado durante su trayectoria que a sus líderes nunca les va a faltar de nada si de él depende. Y ha acreditado igualmente potencial para recibir esa etiqueta con la que ha viajado a Japón, la de ayudante de lujo. En su palmarés, tres victorias en Ordizia, otra en Amorebieta, un campeonato de España, sendas etapas en el Giro de Italia y en el Tour de Luxemburgo, el Gran Trittico Lombardo y la general de La Provence. En unos días, semejante currículum tendrá de fondo unos aros olímpicos.