- A apenas cuatro días del Tour de Flandes, la gran cita en la primavera belga del adoquín, el aperitivo de ayer en A Través de Flandes, clásica previa con final en Waregem, sirvió a los grandes favoritos del domingo para esconder sus cartas. Van Aert (Jumbo) ni siquiera participó. Y Van der Poel (Alpecin) y Alaphilippe (Deceuninck) no parecieron pisar el acelerador. Mención especial para el neerlandés, quien por momentos ofreció la sensación de jugar al despiste, realizando muecas y gestos de cansancio. Dentro de apenas 72 horas, en De Ronde, veremos si además de buen ciclista tiene también madera de actor.

Semejante panorama y el discreto nivel ofrecido por el Deceuninck en general propició ayer un panorama muy abierto que aprovechó Dylan Van Baarle (Ineos) para lograr un muy meritorio triunfo. Fue él quien rompió la carrera atacando a más de 50 kilómetros de meta. Y su cabalgada en solitario se saldó con éxito, ante la falta de entendimiento en los sucesivos grupos perseguidores que fueron formándose tras él.

Van der Poel ofreció un par de chsipazos y poco más se supo de él. Llegó a los kilómetros finales en un segundo pelotón, y su empuje permitió la conexión con el primero de ellos, el más cercano al propio Van Baarle. Gracias a esta labor, su compañero Tim Merlier fue tercero, aventajado también por el francés Christophe Laporte (Cofidis).