- Igor Genua (Hernani, 5-6-1988) ha encontrado en el Ampo Ordizia nuevas motivaciones para jugar al rugby y un club "muy diferente, con otra forma de trabajar que le ha dejado "bastante asombrado". El nueve hernaniarra confía en poder ofrecer su "liderazgo" en el campo, y se plantea su etapa en el club de Goierri como "un sprint de tres o cuatro meses".

El pasado domingo reapareció tras dos años sin jugar a rugby. ¿Qué tal se encontró?

-Bien. Los dos días anteriores había tenido molestias en la cadera que no me dejaron disfrutar todo lo que hubiese querido, pero me encontré bien. Necesitaba minutos para rodar un poco y para hacerme al equipo y al sistema, y me vinieron muy bien para quitarme un poco el óxido. Llevaba casi dos años sin jugar y tampoco se puede pedir mucho. Estoy haciendo todo lo posible para estar en forma. Llevo entrenándome mucho desde principios de enero, siguiendo los planes de Asier Pazos, que es el preparador físico del Ordizia.

No estaba totalmente desvinculado del rugby. Seguía entrenando a en la cantera en Hernani.

-Estaba entrenando la categoría sub-16 con un amigo que me enganchó, y yo también me dejé enganchar. Siempre estoy vinculado al rugby, es difícil quitarse esto de las venas. El miércoles estuve con ellos, que han vuelto a entrenarse después de que Hernani saliera de la zona roja. Cuando puedo bajo, pero es difícil compaginar las dos cosas.

¿Le costó tomar la decisión de volver a los terrenos de juego?

-Sí. Dejé el rugby por ciertos motivos. El año anterior me había operado el hombro derecho por segunda vez, ya me había operado del izquierdo, y después de haber estado físicamente tan bien con la selección de seven no me encontraba igual. El último año, además, estuve de asistente de Patrick Polidori con la tres cuartos, y no me veía con tiempo ni para prepararme físicamente, ni para entrenar, ni para jugar. Estaba un poco saturado. Al final, de estar tanto tiempo a tanta intensidad acabas un poco aburrido. Tocaba un cambio de etapa y así ha sido. También tenía otras motivaciones. Tenemos un restaurante -Saretxo- y no eran los mejores momentos, y he tenido un hijo hace unos meses -Luca-€ Para volver necesitaba algo que me atrajera y, tuve que pensarlo mucho. Después de hablarlo con la familia y haberlo meditado mucho, decidí volver.

Hasta ahora, el Hernani había sido su único club. ¿Teme que su fichaje por el Ordizia no haya sentado bien a la afición hernaniarra?

-Ha habido de todo. Respeto todas las opiniones mientras no se me falte al respeto. La mayoría me ha felicitado y se ha alegrado por mi vuelta al campo, y hay otra parte a la que no le ha hecho mucha gracia y así me lo ha hecho saber.

¿Qué le llevó a fichar por el Ordizia?

-El momento. Llevaba bastante tiempo sin rugby, en el restaurante estábamos un poco parados y yo tampoco soy de estar quieto en casa. Sobre todo, quería probar en un club diferente, cambiar y tener otro tipo de objetivos. Llevo en Hernani desde los diez años. Son otras motivaciones. Retos nuevos, gente nueva€ frescura, ver cosas nuevas. Estoy muy contento con la decisión que he tomado.

Para convencerlo, se reunieron con usted el entrenador del Ordizia, Iñigo Marotias, y el director deportivo, Jon Txurruka€

-Vinieron los dos al restaurante a decirme lo que me proponían y lo que esperaban de mí. Y la verdad es que no tardé mucho en responderles; ya tenía tomada la decisión.

¿Qué espera de usted el técnico, Iñigo Marotias?

-Eso les pregunté, y me dijeron que llevaban viéndome jugar muchísimos años. Al final, Ordizia y Hernani somos clubes hermanos. Lo que querían era liderazgo, la organización, la gestión de un partido, y creo que he demostrado que tengo bastante calidad como para poder ofrecer todavía algún destello de fluidez en el rugby. Esto al final se tiene en la sangre, y con un par de meses de rodaje veremos cómo progreso.

En Hernani ha jugado de casi todo: medio melé, apertura, centro, zaguero€

-De ala€ de todo. Le pregunté a Iñigo si solo iba a jugar de medio melé, casi de broma, porque sabía que ahora solo puedes tener en el campo seis extranjeros y tener un jugador de formación le puede venir bien para cuadrar puestos.

¿El Ordizia es un club muy diferente al Hernani?

-Es muy diferente. Me quedé bastante asombrado con la diferencia que hay a la hora de trabajar. En Ordizia se tiene más organizada la estructura. Está todo más digitalizado. Tienes todas las jugadas y toda la forma de jugar en una aplicación, y en cada entrenamiento te van diciendo qué tienes que hacer y cuánto tiempo vas a emplear. Eso en Hernani no lo he visto nunca, y creo que en muy pocos clubes se trabaja así. Fue una grata sorpresa. Lo tienes todo muy bien organizado, y se agradece como jugador.

¿El ambiente también es distinto al del Hernani?

-Lo único diferente es que de vez en cuando tienes que hablar en inglés, porque tienes a algún bigardo neozelandés que no te entiende si le hablas en euskera. Y luego están los argentinos. Eso cambia bastante, pero el núcleo, que son los chavales de Ordizia y de Goierri, me recuerda un montón a Hernani. Entre chavales de un sitio u otro tampoco hay mucha diferencia.

¿Le ha sorprendido algún jugador?

-Joubert Engelbrecht, el sudafricano. Me parece un jugadorazo espectacular. Le había visto algunos partidos y sabía que era bueno, pero me ha sorprendido por juego y como persona. Es un fichaje extraordinario, y además es un tío de club, que se implica mucho con los jóvenes.

En su posición más habitual, como medio melé, juega Juan Manuel Lescano€

-El primer día que llegué hablé un poco con él y me dijo que si necesitaba cualquier cosa o que si tenía cualquier duda que lo hablase con él, y la verdad es que en todos los entrenamientos charlamos un rato. Me llevo muy bien con él. Si en los partidos le puedo quitar 20 o 30 minutos, contento. Ya no soy un chaval de 18 o 20 años, cuando me quería comer el mundo y jugar 80 minutos. Ya sé cuál es mi rol y estoy muy contento.

¿Es diferente jugar en un equipo que aspira a la permanencia que en otro que trata de lograr títulos?

-Seguramente, el partido que jugué contra Les Abelles, en mis condiciones actuales, si llega a ser en Hernani no hubiera jugado. En Hernani todos los partidos en primera división eran a vida o muerte. En cambio, en Ordizia, este pasado fin de semana salieron un montón de jóvenes, yo salí desde el banquillo y luego sí que salieron algunos extranjeros. La diferencia es que puedes gestionar el equipo y meter a más jóvenes para tener oportunidades. En Hernani, desde que subimos, todos los partidos eran a machete. Los jóvenes, en mi opinión, pueden descansar un poco y disfrutar más en Ordizia, porque en Hernani puedes jugar uno, dos o tres partidos así, pero cuando ya son dos o tres años es agotador.

Mañana el Ordizia juega frente al Alcobendas. Será un buen test para medir el potencial del equipo€

-Julen Goia decía el otro día que seguramente será el partido más físico de la liga, y eso nos va a poner en nuestro sitio, porque el desafío físico va a ser brutal, sobre todo en la delantera. Ahí se van a medir nuestras fuerzas y sabremos por dónde podemos mejorar para el siguiente partido, que será contra El Salvador.

El Ampo se jugará en el duelo ante los vallisoletanos su presencia en la Copa€

-Eso es. Siempre es un torneo bonito, que el Ordizia ha ganado un par de veces, y el club aspira a todo tanto en la Copa como en la liga. El Salvador va a ser una piedra de toque muy importante.

¿Piensa seguir jugando más allá de esta temporada?

-Estoy motivado porque esto es un sprint de tres o cuatro meses. Lo que más me atrae es que es algo corto, intenso y bonito. Ahora mismo, lo que quiero disfrutar del momento, ni me planteo lo que va a pasar el año que viene. Si empiezo a pensar en el año que viene, empezaría ya cansado.

El Hernani perdió la categoría en la primera temporada sin usted.

-Hubo varios factores. También lo dejaron Iraitz Garmendia, Oier Garmendia, los hermanos Ternisien€ y seguro que alguno se me escapa. Luego, pasó el covid. Fue un año bastante extraño para todos, para los jugadores también. Que no jugara yo supongo que fue una cosa más de toda esa montaña de causas.

¿Cree que los hernaniarras podrán subir este año?

-Lo veo muy difícil. A nosotros nos costó subir cuatro play-off, teníamos un equipo con mucha hambre y mucha competitividad, y teníamos equipo para subir. De hecho, lo demostramos y luego nos mantuvimos un par de años con esa misma gente. Ahora veo al Hernani en un momento de construcción, en el que los jóvenes empiecen a tener minutos en la segunda división, para que esos chavales dentro de unos años puedan subir al Hernani, mantenerlo y disfrutar del momento. Ahora mismo, lo veo muy complicado. Falta un poco de peso adelante. Vienen chavales muy buenos en la categoría sub-18. Creo que dentro de unos años será el momento. Si suben este año, perfecto, ojalá, pero lo veo muy difícil.

"Me quedé bastante asombrado con la diferencia que hay en Ordizia a la hora de trabajar"

"En Hernani todos los partidos eran a machete. Los jóvenes pueden disfrutar más en Ordizia"

"Para volver a jugar necesitaba algo que me atrajera y tuve que pensarlo mucho"

"Estoy motivado porque esto es un sprint de tres o cuatro meses. Quiero disfrutar del momento"