- El Dakar es tan imprevisible como las dunas que recorre, cambiantes con cada soplido del viento, variables en forma y tamaño. Los 457 kilómetros cronometrados entre Bisha y Wadi Ad-Dawasir, que dibujaron el recorrido de la segunda etapa del rally, un terreno que “era peligroso”, como atestiguó Joan Barreda, dejaron novedades al frente de la clasificación general. El francés Stephane Peterhansel y el castellonense Barreda se alzaron como nuevos referentes en las categorías de coches y motos, respectivamente, ocupando los lugares que hasta el amanecer de ayer correspondían a Carlos Sainz, sobre cuatro ruedas, y a Toby Price, sobre dos puntos de apoyo. Tan volátil es la situación de cada participante que en el caso de este último, no solo cedió el liderato, sino que perdió más de 17 minutos.

Cada giro esconde un peligro. Amenazas que brotan de la naturaleza, de las decisiones y aptitudes humanas o de una mecánica impasible. Para Sainz, el segundo acto del Dakar, que fue el primer día en el que se pisó las dunas, fue un sufrimiento. “En un par de puntos tuvimos que darnos la vuelta y en uno en concreto perdimos bastante tiempo”, expresó el madrileño, que es segundo y se aleja a 6:37 de Peterhansel, su compañero de equipo. Además de padecer problemas con la orientación, el Mini presentó “un problema de motor”. “Perdía mucha potencia. No sé qué es. Tenemos que mirarlo”, declaró El Matador, que en el mismo prólogo de la carrera ya sufrió un pinchazo.

El triunfo de etapa en coches fue para el omnipresente Nasser Al-Attiyah, que se sitúa a 9:14 de la cabeza. El catarí admitió haber rodado “al máximo” para ser el más rápido.

Mientras, en motos el protagonista por partida doble fue Barreda, dado que se encaramó a la cima de la general con el triunfo parcial. “Después del día duro de ayer -por el domingo-, donde perdimos bastante tiempo con los problemas que tuvimos con el GPS, sobre todo en la primera parte de la etapa, hoy -por ayer- tenía que salir a darlo todo”, manifestó Barreda, quien destacó el peligro del trazado, pero que se vanaglorió de haber sabido mantener “la calma en las situaciones más complicadas”.

“Ha salido bien, pero es solo la segunda etapa del Dakar. Mañana -por hoy- volverá a ser una etapa complicada. Hay que mantener la calma, estar concentrado, no cometer errores y que vayan pasando los kilómetros y los días”, concluyó, exultante el castellonense, que persigue su primer título en su undécima participación en el rally raid. Con la victoria de etapa, Barreda igualó a Marc Coma como el cuarto piloto que más scratches ha ganado, un total de 25. Es decir, igualó en triunfos parciales a un pentacampeón del Dakar. Ayer BangBang corrió espoleado por las ansias de remontada tras ceder 15 minutos en la etapa inaugural. Su ambición trajo recompensa. Ahora está pendiente de la respuesta a su reclamo de compensación de tiempo por el desajuste entre el GPS y el libro de ruta que sufrió en la primera jornada. Por de pronto, hoy defenderá una ventaja de 6:23 sobre Ricky Brabec, su homólogo en Honda.

En la división de vehículos clásicos, Ignacio Corcuera, Livingstone, junto a Iker San Vicente, acabó en la 21ª posición, un puesto más avanzado que en la etapa anterior. El piloto del equipo Euskadi 4x4 se ubica en el mismo puesto de la clasificación global.

La tercera etapa volverá a contar con dunas, un 10% del total de los 402 kilómetros cronometrados. Será un bucle que arrancará y terminará en Wadi Ad-Dawasir. Además de los kilómetros de la especial, los pilotos deberán completar otros 112 kilómetros de enlace previo y 115 para alcanzar el campamento.

Segunda etapa

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