- El ingenio de los italianos no es solo un lugar común. Basta con repasar el uso que le dieron a la chatarra después de la Segunda Guerra Mundial y de los combates en el Alamein. Italia perdió la guerra, pero no la esperanza de hacer negocio. Así que varios empresarios se llevaron toda la chatarra que dejaron los combates en el desierto: tanques, cañones, blindados y demás para darles otra vida. La lógica decía que aquel no era precisamente un botín de guerra, sino más bien un montón de chatarra abandonada en un océano de arena. No para ellos. Con ese material rescatado de la derrota, Zanussi hizo electrodomésticos para dignificar al país. Italia es una constante reinvención.

Con esa lógica, la de darse una segunda vida, el líder Joao Almeida, que acabó descacharrado y desvencijado en Piancavallo el domingo, se reconstruyó con un arreón de orgullo en un repecho en San Daniele del Friuli. Almeida rascó dos segundos. Tendrá una brizna más de aire para lo que resta de Giro. Probablemente no le alcanzará con ello para llegar a Milán, pero el joven y descarado líder envió un mensaje nítido al resto de favoritos, a los que sorprendió con su potente arrancada. No está dispuesto a dimitir Almeida, menos aún a rendirse y entregarse. Lo redactó negro sobre blanco. Kelderman, Geoghegan, Nibali, Pello Bilbao o Fuglsang ya saben cuál es el discurso de Almeida. No entra en sus planes colgar la maglia rosa sobre los hombros de otro. El tiempo ganado por el líder es apenas un momento, una minucia, pero sirve para comprobar del material del que está hecho el portugués, al que nadie esperaba vestido de rosa tanto tiempo después.

"A veces la mejor manera de defenderse es atacar. En el tramo final estuve bien y ataqué en los últimos metros, lo que me permitió conseguir algunos segundos de ventaja. Ha ido bien", resumió Almeida sobre su electrizante maniobra. El líder se disparó y abrió una pequeña grieta que el resto de los favoritos no pudo cicatrizar a tiempo. El portugués quiere seguir dejando huella en el Giro después de ser líder durante catorce días.

Hoy, ante las montañas grandiosas de la corsa rosa, tal vez ceda, pero se desgañitará por no hacerlo. Posee mentalidad de campeón el portugués, que subrayó su ambición en una jornada que elevó a Jan Tratnik, que resolvió ante O'Connor después de una fuga numerosísima la etapa 2.000 de la historia del Giro de Italia. "Vi a mi novia y me dio energía extra para ganar", dijo feliz Tratnik sobre su mejor victoria. Se desconoce si Almeida vio a alguien conocido en el repecho en el que se encendió para reivindicar su nombre, pero por si acaso, prefirió atacar ahora que puede porque Milán queda lejos. Le resta la gran semana. La corsa rosa continúa con su discurso de avanzar después de que la mañana se pusiera fea con el positivo por coronavirus de Fernando Gaviria. El colombiano pasó el COVID-19 en febrero. Se contagió en el Tour de los Emiratos y en las pruebas PCR realizadas en el segundo día de descanso volvió a tener un resultado adverso. Reinfectado. Uno menos. Poca cosa para los italianos que entienden que la llegada del Giro a Milán es una cuestión de Estado.

Décimo sexta etapa

Pello Bilbao

Víctor de la Parte

Jonathan Castroviejo

Óscar Rodríguez

Clasificación general

Pello Bilbao

Jonathan Castroviejo

Víctor de la Parte

Óscar Rodríguez