- Rafa Nadal reconoció que la de ayer fue “una de mis mejores finales en Roland Garros”. Tras dos semanas de adaptación a unas condiciones “que no son las que yo habría elegido, jugué a mi mejor nivel cuando más lo necesitaba. Eso es lo que hace que me sienta más orgulloso. Si me lo dicen hace mes y medio habría pensado que era complicado”. Se le vio emocionado al balear tras recibir un trofeo que “tiene mucho valor personal para mí”. Y es que comentó que tras el confinamiento no lo pasó bien y tuvo un verano duro. “Hubo meses muy difíciles, cosas que nadie sabe, problemas a nivel físico. Al estar parado más de dos meses me costó mucho volver a entrenar a un nivel adecuado. Necesité ayuda de mucha gente. Es normal emocionarse”, explicó.

El de Manacor puntualizó que la final fue “más igualada de lo que dice el resultado. Las cosas que he hecho le han llevado a cometer muchos errores”. Ahora, con su vigésimo Grand Slam iguala a Federer, aunque recordó que intenta “seguir mi camino y dar lo máximo”. “Me importan los récords porque soy un aficionado a la historia de este deporte y para mí es un honor compartir esos 20 títulos con Roger. Si logro más o menos es algo que veremos al final de nuestras carreras”.