- Probablemente no exista nada más aspiracional en el mundo de los bólidos que conducir un Ferrari. El rojo es el color de la velocidad, el pantone de la leyenda del coche de carreras por antonomasia. La Scuderia es el sueño de todos los pilotos incluso en la época de la tiranía de Mercedes. El mito Ferrari pertenece a la memoria colectiva. En los 70 años de historia de la competición, nadie iguala los 16 títulos de constructores y los 15 de pilotos de los que puede presumir la Scuderia. Aún derrotado, el icono del Cavallino Rampante continúa al galope con energía. El icono creado por Enzo Ferrari produce fanáticos. Ferrari es una religión. El mono rojo es una túnica sagrada para los pilotos. No se conoce otra escudería, por laureada que sea, capaz de equiparse al poder totémico y la capacidad de seducción de Ferrari. Conducir un Ferrari va más allá que pilotar un Fórmula 1.

A todo ese universo, al planeta rosso corsa, pertenecerá Carlos Sainz a partir de 2021 cuando expire su contrato con McLaren y se incorpore al mítico equipo. La escudería italiana anunció ayer el fichaje del madrileño, de 25 años, que compartirá volante con el monegasco Charles Leclerc el próximo curso. "Estoy muy feliz por tener la oportunidad de correr para Ferrari a partir de 2021 y estoy feliz pensando en mi futuro con este equipo. Todavía tengo un año importante con McLaren Racing y estoy ansioso por volver a correr con este equipo en esta temporada", expuso el piloto, que será el tercer español en pilotar el bólido italiano. Con anterioridad al madrileño pisaron el acelerador de Ferrari, Alfonso Cabeza de Vaca, Marqués de Portago, y Fernando Alonso, que no descarta el regreso al gran circo. Sainz ocupará el volante vacante que dejará el alemán Sebastian Vettel.

"Con cinco temporadas de experiencia, Carlos ha demostrado tener talento, habilidad y las características adecuadas para ser el perfil ideal para nuestra familia", apuntó Mattia Binnoto, responsable máximo de la escudería italiana. Ferrari quiere regresar a la cima de la Fórmula 1. "Hemos abierto un nuevo ciclo con el objetivo de regresar a la cumbre de la Fórmula 1". Para ello desde Maranello han apostado por Sainz y Leclerc, la pareja más joven de pilotos que se sientan en los coches italianos en el último medio siglo. "Es una pareja de pilotos con el talento y la personalidad de Charles y Carlos, los más joven en los últimos cincuenta años de la escudería, será la mejor combinación posible para ayudarnos a conseguir nuestros objetivos". Toda una revolución para Ferrari, dispuesta a voltear el estatus quo actual de la parrilla. "Será un largo camino, difícil, especialmente por la situación financiera, que está pasando por rápido cambio y que debe ser enfrentada de forma distinta", aseguró Binotto, consciente del cambiante escenario dibujado por la pandemia del coronavirus, que por el momento ha silenciado el rugido de los motores. A la espera de que el semáforo verde dé vía libre al relinchar de caballos y regrese la adrenalina de los circuitos.

Carlos Sainz llegará a Ferrari tras madurar durante cinco campañas en la Fórmula 1. En el Mundial del pasado año, Sainz concluyó en sexta posición, colando su McLaren por delante de coches más solventes. Esas constancia y sus actuaciones, superiores al rendimiento de su bólido, llamaron la atención a Ferrari, que no ha dudado en ofrecerle uno de sus ansiados volantes. La escalera hasta el cielo de Ferrari, la inició Sainz siguiendo la estela de su padre Carlos, piloto de rallies. Cuando apenas era un crío, comenzó en karts en 2006 y antes de convertirse en piloto de F-1 pasó por varias categorías del automovilismo en la escuela de jóvenes valores de Red Bull.

Debutó el madrileño en la élite del automovilismo en 2015 con un Toro Rosso, en el Gran Premio de Australia, donde sumó sus dos primeros puntos de su andadura en el gran circo. Ese año fue compañero de Verstappen, el emblema de Red Bull. Después de su paso por la escudería austriaca, siempre en progresión, Sainz llegó cedido a Renault.

Tras una campaña de transición en el equipo francés, el pasado año tomó el volante que dejó Fernando Alonso en McLaren. En una campaña inmejorable, Sainz finalizó la temporada en sexta posición y con un podio en Brasil. Antes de aquello, Sainz expuso que "mi meta sigue siendo ser campeón del mundo; cada vez lo es más". En 2021 lo intentará desde Ferrari. Todo al rojo.