- El Deportivo Alavés, aunque Javi Calleja sigue siendo oficialmente su entrenador, ya no piensa en el madrileño como parte de su proyecto deportivo, sino en José Luis Mendilibar, con quien el conjunto babazorro ya ha alcanzado un acuerdo para que se siente en el banquillo de Mendizorroza hasta final de temporada con opción a un año más. La entidad gasteiztarra decidió tras la abultada derrota por 5-2 contra el Villarreal destituir a Calleja, y así se lo comunicaron al técnico, que registra un balance de cuatro derrotas y un empate en los últimos cinco partidos -eliminación copera contra el Linares incluida- y ha dejado al equipo de nuevo en puestos de descenso.

Sin embargo, aunque la decisión está ya tomada y el sustituto decidido, se ha dado una situación inverosímil que de momento refrena las ganas del Alavés de cerrar la operación y anunciar oficialmente el movimiento. Y es que, en caso de ejecutar la destitución ahora, el cuadro gasteiztarra debería pagar a Calleja el año y medio que le resta todavía de contrato, mientras que si se ejecuta en 2022 solo tendría que indemnizar al técnico con la cantidad que queda pendiente de pago hasta el final de la presente temporada, debido a una cláusula del contrato que permite a la entidad alavesa ahorrarse el sueldo de la última campaña si el equipo está en puestos de descenso en 2022. El club puede aferrarse a esta condición por los pelos, ya que en estos momentos ocupa el 18º lugar empatado con Elche (16º) y Getafe (17º), pero tiene el peor gol-averaje de los tres, lo que activa la cláusula y permite a los alaveses ahorrarse una cantidad de dinero importante y tener más margen de maniobra en el próximo mercado de fichajes de invierno.

Esta retorcida maniobra, aunque beneficiosa para el Alavésen el plano económico, puede generar una situación surrealista mañana lunes, cuando la plantilla regrese a los entrenamientos en Ibaia y quizá se reencuentre con Javi Calleja a pesar de saber que no será su entrenador a partir de Año Nuevo. El de Alcalá de Henares todavía es oficialmente el entrenador del cuadro vitoriano, por lo que en teoría nadie puede impedirle acudir a Ibaia a ejercer su trabajo. Se crearía, en ese caso, una situación tan estrambótica como incómoda, ya que poco tendrán que ver las instrucciones de Calleja con las de Mendilibar cuando lo releve en el puesto.

Otra opción es que Calleja y el club lleguen a un acuerdo amistoso para que deje de ser entrenador del Alavés antes de 2022 y el nuevo técnico pueda ponerse a los mandos del equipo lo antes posible para preparar el derbi contra la Real Sociedad del domingo 2 de enero, aunque puede que el madrileño quiera explorar distintas vías legales para que se le pague el año y medio de contrato que todavía tiene pendiente. No sería la primera vez en la que el Alavés tendría que pasar por los tribunales por desavenencias con un entrenador, ya que con Asier Garitano, por ejemplo, ya estuvieron a punto de llegar a juicio y finalmente se pactó una cantidad con el guipuzcoano por despido improcedente, al igual que se tuvo que pagar al cuerpo técnico de Pellegrino la prima por el subcampeonato de Copa del Rey también tras demanda.

Lo más sencillo para el Deportivo Alavés sería que algún miembro del staff o el entrenador del filial dirigieran temporalmente las sesiones de trabajo en Ibaia hasta que llegue el día 1 de enero y tanto la destitución de Calleja como la contratación de Mendilibar se desbloqueen. Sin embargo, el hasta ahora preparador babazorro está en todo su derecho de acudir a su puesto de trabajo y habrá que esperar a la sesión del lunes para conocer si se resigna y se queda en casa, si acude a presionar o si le hace un último favor al Alavés y dirige con total normalidad sus últimos entrenamientos antes de marcharse con el nuevo año.

Eso sí, en cualquiera de esos tres casos lo que está claro es que Mendilibar solo contará con un día de entrenamiento para conocer a la plantilla y preparar el partido contra la Real, que se disputa el domingo 2 de enero a las 18.30 horas. Por lo tanto, el de Zaldibar apenas tendrá tiempo para introducir cambios o hacer que su mano se note en dicho compromiso, por lo que deberá mantener una línea continuista o arriesgarse a realizar unos ajustes que puedan crear confusión entre los futbolistas. En cualquier caso, al Alavés le espera una semana convulsa y con una alta dosis de incertidumbre y surrealismo.

Al estar esperando al 1 de enero para destituir a Calleja, el madrileño podría presentarse mañana en Ibaia al tener aún contrato

El acuerdo del Alavés con Mendilibar es para que dirija al equipo hasta el final de la presente temporada con opción a una segunda