Figueroa Vázquez no mostró ninguna cartulina.

1-0, m. 19: Calleri. 1-1, m. 43: Kike García. 2-1, m. 86: Budimir.

13. Yoel; 2. Burgos (m. 45); 6. Sergio (m. 85); 7. Quique (m. 90); 8. Diop (m. 73); 14. Inui; 15. Cote; 19. Aleix; 21. P. León; 22. Pozo (m. 73)

Estadio El Sadar. Sin espectadores

Árbitro Figueroa Vázquez (Colegio Andaluz)

25. Pérez; 4. Unai; 10. Torres (62'); 15. Ramalho; 19. Gallego (90'); 20. Adrián (70'); 21. Iñigo (90'); 27. Moncayola (62'); 28 Martínez

Eibar

Osasuna

2-1

Partido disputado a puerta cerrada en el estadio de El Sadar.

No estuvo mal el Eibar. Cuando el partido alcanzó su cuarto de hora final, los armeros podían ir tranquilamente por delante en el marcador. Pero, poco a poco, Osasuna comenzó a estirarse y su arreón final terminó otorgándole la victoria. Escoció la derrota a los azulgranas, porque enfrente había un rival directo por la permanencia y porque, en el cómputo general del encuentro, no fueron menos los guipuzcoanos. Sin embargo, ni los milagros de Dmitrovic, ni el enésimo buen encuentro de Bryan Gil ni el correcto desempeño del equipo pudieron evitar un resultado muy dañino.

José Luis Mendilibar sorprendió con su alineación. Y no fue por una cuestión de nombres, que también, sino por la vocación del once. Incluyó en el mismo a tres delanteros. Muto, Kike García y Sergi Enrich. Y también llamó la atención la suplencia de Pape Diop, siendo Recio el compañero de Edu Expósito en el doble pivote. Los primeros instantes del encuentro bastaron para comprobar que el esquema del de Zaldibar sí se mantenía, y que era el japonés quien se escoraba a la banda derecha dentro del habitual sistema armero de 4-4-2. Para proteger la banda diestra, el técnico vizcaino quiso sentar a Pozo y situar a Arbilla como lateral derecho, con Soares en el carril izquierdo.

No comenzó mal el partido para el conjunto azulgrana, que no pareció acusar las distintas modificaciones introducidas en su maquinaria. El encuentro resultaba equilibrado y la defensa guipuzcoana apenas sufría para contener los ataques de Osasuna, aunque los navarros lograron inquietar en una contra concluida con disparo de Budimir. La respuesta del Eibar fue un chut de Kike desde la frontal que se marchó ligeramente escorado. La serie de oportunidades, desafortunadamente, terminó con un ataque local en el que el lateral Manu desbordó en banda izquierda para servir un centro perfecto al citado Calleri, quien hizo el 1-0. Se habían jugado 19 minutos.

El gol hizo daño al Eibar. El equipo respondió de inmediato con una peligrosa incursión de Arbilla, cuyo centro no encontró rematador. Pero la aparente reacción quedó en espejismo y Osasuna dominó los minutos posteriores al 1-0. En una falta lateral, el remate de Torró a bocajarro lo rechazó Marko Dmitrovic en una muy meritoria intervención dando oxígeno a su equipo. Lo agradecieron los compañeros del serbio, quienes, repuestos del mazazo del gol, estuvieron cerca del empate por mediación de Bryan Gil. El sevillano recibió un balón circunstancialmente ubicado como extremo zurdo y trazó una diagonal para disparar desde 25 metros. Sergio Herrera desvió con apuros.

La jugada ejerció de punto de inflexión. Cambió las tornas y provocó que el Eibar mereciera el empate durante el cuarto de hora final de la primera mitad. El cuadro azulgrana hizo sangre en la banda izquierda de Osasuna, donde el joven lateral Manu, asistente en el 1-0, sufría en tareas defensivas. Un remate en el primer palo de Kike García y otro de Oliveira tras falta lateral supusieron el preámbulo de la justa igualada, obra de Kike García tras jugada de, quién si no, Bryan.

El descanso sentó bien a Osasuna, muy superado en el tramo final del primer acto. Los de Jagoba Arrasate entraron con fuerza en la segunda parte, pero su buen arranque apenas duró unos minutos. El paso del tiempo llevó al Eibar a recuperar el dominio y el control, siempre con Gil como referencia ofensiva. Los momentos óptimos del cuadro de Mendilibar, con un intento lejano de Muto como acción más reseñable, quedaron en nada. Así que el Eibar tuvo que exponerse a lo habitual en estos casos: la intensidad del equipo local en los minutos finales. Osasuna hizo buena esta realidad no escrita y se dispuso a apretar el acelerador, forzando primero un segundo paradón de Dmitrovic y anotando luego el segundo por mediación de Budimir.

El 1-0 hizo daño a los armeros y Dmitrovic salvó el segundo; después, el 1-1 de Kike García llevó al Eibar a minutos de superioridad

El partido estaba resultando parejo hasta que el arreón final de Osasuna permitió a Budimir marcar el gol del triunfo en el minuto 86