- Semana de derbi. ¿Qué tal sentaron esos tres días de descanso posteriores a la derrota ante el Atlético de Madrid?

-Yo me encuentro bien, con ganas y contento después de esa especie de mini parón que tuvimos para desconectar un poco. Yo lo hice sobre todo a nivel mental. En líneas generales, creo que a todos nos vinieron bien esos días libres de la semana pasada.

¿Fueron suficientes para la recuperación física? ¿O solo resultaron válidos para esa desconexión mental que comenta?

-Físicamente uno también agradece parar un poco, sobre todo con la tralla que llevábamos acumulada, jugando partidos cada tres días durante el último mes. Creo que vamos a notar una mayor frescura en el inicio de este nuevo tramo de la temporada. Pero yo te subrayaba lo del descanso mental porque, ahí sí, hemos podido desconectar del todo. En plena competición no tienes tiempo para pensar en otra cosa que no sea fútbol: el próximo rival, la táctica, tu recuperación€ Y eso desgasta. Los tres días de reposo nos permitieron volver ahora con las pilas recargadas, con una especie de nueva ilusión.

Yo le hacía hincapié en la recuperación física porque, este mes, las lesiones de compañeros le han llevado a jugarlo todo.

-Cuando encadenas unos cuantos partidos seguidos como me ha tocado a mí últimamente, y sobre todo jugando casi siempre los 90 minutos, acabas cansado físicamente. Por suerte, yo me estoy encontrando bien. Siento que llego preparado a cada encuentro. Pero no es lo mismo esto que disputar un solo partido por semana. Ocurre, sin embargo, que los buenos juegan así, ¿no? Domingo-miércoles-domingo. Es lo que todos queríamos. Los equipos grandes están acostumbrados, y ahora nos toca adaptarnos a nosotros. Debemos ser listos y aprender a aportar al equipo desde esa situación de cansancio que muchas veces se tiene al entrar en un partido.

La propuesta de Imanol les exige un derroche importante.

-Tenemos una forma de jugar a fútbol que nos exige mucho físicamente. Nos tenemos que poner en forma muy rápido. Queremos apretar siempre arriba, porque creemos que defendemos mejor así que replegados. Y esto, como te comento, exige mucho al cuerpo y a las piernas. Pero también llevo tiempo diciendo que somos un equipo muy joven y que contamos con energía para jugar así. Es lo que nos está dando frutos y proporcionando éxitos.

¿Así que vamos a ver a la misma Real durante toda la temporada? ¿O tocará matizar la propuesta cuando las fuerzas no acompañen?

-A ver, la propuesta va a tocar matizarla, pero como toca siempre y como ha tocado también durante esta fase inicial de la temporada. Siempre hay factores en cada partido que planteas de forma distinta en función del rival, de las circunstancias del encuentro o de cómo están las fuerzas. Lo ideal para nosotros es jugar los 90 minutos al mismo ritmo y dentro de una alta intensidad. Pero, si no se puede, debemos ser listos y saber juntarnos cuando haga falta, o salir con envíos largos si no nos vemos con la frescura necesaria para sacar el balón desde atrás. Eso también lo hacen los grandes: interpretar los partidos y los momentos en que hay que utilizar un registro u otro.

Llega el derbi. ¿Pierden importancia en estos partidos asuntos como los que estamos tratando?

-En el fútbol, la propuesta de los equipos y la cuestión táctica son siempre muy importantes. Pero en un derbi también juega un papel importante el tema mental, el tema psicológico, incluso ahora que no hay público. Al final, sabes que en casa está toda la afición empujando, deseando que ganes un partido tan especial. Y tú tienes que conseguir sobre el campo que esas ganas y ese hambre te vengan bien y no se vuelvan en tu contra, por ejemplo en forma de presión. Nosotros estamos con muchas ganas y confiamos en que ese valor extra de todo derbi suponga un punto a nuestro favor.

La temporada pasada en San Mamés, la presión adelantada del Athletic pudo con la Real. ¿Esperan ahora algo parecido?

-Últimamente ellos han cambiado un poco su propuesta. Están empezando a apretar más fuerte arriba e intentando jugar un pelín más. Espero a un Athletic que vendrá a presionarnos, que intentará que no tengamos el balón tranquilos y que tratará de hacernos daño en cuanto pueda. Se trata de un equipo muy vertical, con mucha velocidad arriba, que cuando engancha entre líneas con algún jugador interior no se lo piensa dos veces a la hora de buscar la profundidad. ¿Lo del año pasado? Por un lado queda en anécdota, porque creo que cada partido es distinto. Pero el recuerdo también viene bien para saber cómo salen ellos, agresivos y a presionar. Lo tendremos en cuenta.

Usted lleva unos cuantos derbis en la mochila€ Si contamos su etapa como juvenil, claro.

-Sí, alguna que otra batallita de entonces ya tenemos guardada. Con Osasuna, en División de Honor Juvenil, nos medimos varias veces a la Real y al Athletic. Recuerdo sobre todo los partidos contra la propia Real, porque jugaba contra Guridi, Merquelanz, Bautista, Sangalli€ Solemos comentar a menudo aquello. Y también me enfrenté varias veces al Athletic, sí, aunque no me suena haberlo hecho con Remiro en su portería. Creo que no coincidimos.

¿En aquel Osasuna juvenil estaba el ahora rojiblanco Álex Berenguer?

-Sí, claro. Los dos fuimos subiendo escalones juntos en Tajonar hasta llegar al primer equipo, y guardamos una muy buena relación personal. Pero es que, además, la conexión futbolística que teníamos en el campo era buena y bonita. Nos entendíamos muy bien. Tengo ganas de verle en Bilbao, de saludarle y de charlar un rato.

Él es un recién llegado al Athletic desde el Torino. Usted, mientras, es internacional absoluto y renovó en julio como txuri-urdin hasta 2025. ¿Siente que la pasada fue su temporada con mayúsculas?

-Sí, el Mikel Merino de la pasada campaña fue el que yo sabía que llevo dentro. Ofrecí el nivel que me gusta dar y que sé que tengo que dar. Viví un curso clave en lo que respecta a la confianza. Me sentía importante para el entrenador, veía que mis compañeros confiaban en mí, había adquirido ya cierto peso en el vestuario€ Cuando un futbolista adquiere esa confianza, lo normal es que luego responda en el campo. Y ahí di un paso adelante, sobre todo en materia técnica. Al fin y al cabo, el trabajo es lo mínimo que se le puede exigir a uno, y en eso pienso que siempre he cumplido: la implicación defensiva, los robos, los duelos€ Pero con el balón en los pies empecé a agradecer esa confianza de saber a qué jugamos, de entender el sistema, de ver que los compañeros también lo hacen y de ser consciente en todo momento de dónde va a estar cada uno de ellos. Todo esto hace que juegues mejor. Te llega esa confianza que destacaba. Y con confianza va todo sobre ruedas.

Con el paso del tiempo, el guión le está exigiendo retrasar un poco más su posición. Y ahora le vemos pisar área rival en menor medida que antes. ¿No le da pena?

-Los rivales nos van conociendo cada vez más. Saben dónde taparnos, cómo defendernos y qué tipo de pases no nos pueden permitir. Se nos hace más difícil dar salida al balón y me está tocando ayudar ahí, bajando un poco más a la zona de creación.

Es que cuando el equipo ejecuta su ya habitual salida de tres, a usted le toca ejercer de pivote puro y duro, de clásico '4'.

-A mí me gusta desempeñar este papel. Lo hago con la confianza que me da sentir que colaboro en que el juego sea más fluido. Y además el equipo compensa mi ubicación moviendo a otros jugadores, por ejemplo subiendo a los laterales. Pero, al hilo de tu pregunta anterior, estos contextos sí que me están dificultando un poco más llegar al área rival.

Conserva la libertad para poder hacerlo.

-Sí, sí. Pero es complicada la situación. En esas fases del juego que estamos comentando, lo que nosotros tratamos de hacer atrás es atraer la presión del rival para que venga a apretarnos y generar espacios a la espalda de su primera línea de presión. ¿Qué pasa? Que, cuando la superamos, la transición a partir de ahí es rapidísima y me está cogiendo a menudo unos metros más retrasado. Así, llegar a tiempo al área, de cara a un posible remate, me exige un recorrido muy largo que tengo que completar muy rápido. Y claro, este despliegue, jugando cada tres días, se hace complicado. Son carreras de muchos metros y que castigan corazón y piernas.

Así que el físico también influye en esto.

-Yo creo que sí. En las dos temporadas anteriores llegaba más fresco a los partidos y podía pisar el área rival en mayor medida. Pero bueno, también te voy a decir otra cosa. Aun con todos los condicionantes que hemos citado, pienso que estoy pudiendo llegar con peligro y que estoy teniendo ocasiones de gol. Lo que pasa es que me ha faltado un poco de finura a la hora de materializarlas. Seguro que de aquí al final de la campaña tengo la suerte de que me caiga alguna y puedo marcar.

Su contrato dice que le quedan esta y otras cuatro temporadas en la Real para que le "caiga alguna" dentro del área. ¿Qué tiene este proyecto que retiene talentos como el suyo o el de Mikel Oyarzabal?

-Tiene ilusión y ambición. Se está viendo que el club apuesta por crecer y por traer jugadores de alto nivel. Si quieres competir con los mejores y dar ese paso adelante, tienes que hacer este tipo de esfuerzos. Unos esfuerzos que además, en el caso de la Real, se combinan con el cuidado de la cantera y con la promoción de futbolistas del Sanse. Cuando hace dos años quedamos fuera de Europa tras perder en la última jornada contra el Espanyol, mucha gente se preguntaba si la temporada no había resultado un fracaso, pero yo tenía muy claro que se estaba creando un grupo muy bueno, con chavales jóvenes que apenas teníamos experiencia en Primera y que apenas habíamos jugado juntos. Sabía que, si continuábamos juntos varios años, podía salir de ahí algo muy bonito. Y mira.

Aritz, Aihen, Zubeldia, Oyarzabal, Barrenetxea y usted mismo fueron titulares en Cornellá. El propio Aritz era el veterano de este grupo, con solo 25 años.

-En la Real hay mucho talento y mucho nivel, sobre todo a través de gente joven que entonces no tenía experiencia. Ahora ya hemos acumulado más. Es algo que solo te lo proporciona jugar partidos en Primera División. Vamos creciendo, todos los jóvenes de la mano, ayudados por fichajes que vienen a aportar. Esto hace que tengamos ilusión y ambición, y que la gente quiera quedarse.

¿En qué punto cree que se encuentra el proyecto? ¿Hay margen para seguir progresando?

-Sí, todavía nos queda mucho por mejorar. Somos muy jóvenes y nos sigue faltando parte de esa experiencia que te destacaba ahora. Se ve en cierto tipo de encuentros, sobre todo contra equipos grandes, cuando competimos al máximo nivel. Ahí compruebas que esos partidos son otro rollo. Juegas contra futbolistas de 28-29 años que acumulan 300 partidos en Primera o en competiciones europeas, lo que les da un poso y una tranquilidad que igual nosotros todavía no hemos alcanzado. Pero es cuestión de tiempo que adquiramos todo eso. Se trata de seguir sumando experiencias. A partir de ahí, el tiempo y nuestras ganas de mejorar harán que el proyecto continúe avanzando.

Después del partido de mañana arrancará un 2021€ Compléteme la frase.

-Un 2021 ilusionante, con citas muy importantes que pueden resultar históricas a nivel de club y también en nuestras trayectorias personales. Debemos saber gestionar todas las emociones que nos esperan, para conseguir que no nos hagan perder la cabeza y la visión de lo que realmente nos puede interesar. Va a tocar seguir centrados en hacer bien nuestro trabajo día a día, en cada partido, en cada entrenamiento. Y lo demás vendrá solo. En cambio, si descuidamos esa labor diaria, no llegaremos preparados a los momentos más trascendentes.

"Tenemos una forma de jugar a fútbol que nos exige mucho físicamente, pero que nos está proporcionando éxitos"

"¿Matizar nuestra propuesta? Lo haremos si toca, como hemos hecho ya durante partidos de esta misma temporada"

"El Athletic vendrá a apretarnos e intentará hacernos daño en cuanto pueda; son muy verticales y tienen velocidad arriba"