Roja a Mangala (m. 89), del Valencia, por doble amonestación. Amarillas a Escalante (m. 26), Charles (m. 74), Sergi Enrich (m. 81) y Orellana (m. 83), del Eibar.

1-0, m. 16: Kondogbia, en propia puerta.

1. Domenech; 2. Thierry; 3. Jaume Costa; 9. Gameiro (m. 46); 11. Cheryshev (m. 62); 15. Vallejo; 22. Maxi Gómez (m. 84); 25. Florenzi (m. 62); 32. J. Jiménez; 33. Guillamón; 34. Esquerdo.

Estadio Ipurua. Sin espectadores.

Árbitro Jaime Latre (Colegio Aragonés).

13. Yoel; 2. Esteban Burgos; 24. Tejero; 11. Rafa Soares; 6. Sergio Álvarez (m. 93); 8. Pape Diop; 18.Cristóforo (m. 78); 16. De Blasis; 27. Marí; 22. Inui; 7. Quique González; 9. Sergi Enrich (m. 78).

Valencia

Eibar

1-0

Partido disputado en el estadio de Ipurua, sin espectadores.

- Al Eibar le urgía obtener un triunfo, que se le resistía desde que la Liga se reanudó, para tomar oxígeno y ayer encontró el premio deseado. El conjunto armero, fiel a su estilo en su feudo, se impuso por la mínima al Valencia, gracias a un gol en propia portería de Kondogbia, y pone tierra de por medio con respecto a los puestos de descenso. Una victoria que le arma de moral y que desanima aún más a los tres contendientes que ocupan las posiciones de la zona fatídica.

El Eibar, al que no pudo dirigir José Luis Mendilibar desde la banda -lo hizo desde la grada al tener que cumplir su segundo partido de sanción-, por lo que le tocó de nuevo a su ayudante Andoni Azkargorta dar las indicaciones desde el terreno de juego, ejecutó el plan que deseaba, el que más le interesaba ante un equipo, el Valencia, al que se le presupone una mayor calidad técnica. Con seis cambios en relación al once titular que consiguió arrancar un punto en Getafe -recuperaron la titularidad Rober Correa, Paulo Oliveira, Edu Expósito, Pedro León, Orellana y Kike García-, el cuadro guipuzcoano cosechó su primer triunfo desde el parón liguero.

Los azulgranas salieron a morder desde el primer minuto y apretaron a su adversario arriba, sin dejarle jugar ni respirar. Es el fútbol que más réditos ha concedido a los armeros y el que le puede otorgar, una vez más, la permanencia en la máxima categoría.

La asfixiante presión que acostumbra a hacer el Eibar en Ipurua se le atragantó al Valencia desde el inicio y su empuje hacía que el partido se disputara en mayor medida en el campo de la formación visitante. Sus acometidas provocaron un córner, el único de la primera parte, que desembocó en el gol en propia meta de Kondogbia, quien remató involuntariamente hacia su portería el lanzamiento desde la esquina de Pedro León. Un tanto con el que los eibartarras podían sacar petróleo, y más en la delicada situación que se encontraban, como así fue.

En este nuevo escenario, el Eibar se desenvolvió como pez en el agua bajo la lluvia que caía sobre Ipurua. No permitió al Valencia practicar su fútbol y buscó contragolpes con los que hacer más daño. En una de sus acciones de ataque, Orellana lo intentó con un disparo desde el borde del área, en el minuto 40, que detuvo un atinado, salvo en el gol, Cillessen.

Con esta renta mínima, pero muy jugosa, se marchó el Eibar al descanso, de manera que el objetivo en el segundo periodo no era otro que mantener la ventaja a toda costa. El Eibar volvió a salir a por todas y vivió en el área del Valencia durante muchos minutos, en los que dispuso de numerosos saques de esquina a su favor. Por contra, su oponente, pese a los jugadores de refresco que introdujo Albert Celades, no pudo hilvanar el juego combinativo con el que quería superar al Eibar.

El equipo armero, que supo desactivar el fútbol valencianista, fue ayer mejor e impuso su dominio. Incluso pudo aumentar su renta, pero Cillessen, el mejor de su equipo, lo evitó. La expulsión de Mangala en el minuto 89 ayudó a que el Eibar controlara mejor las acometidas finales a la desesperada de los visitantes. Así, apremiado por la necesidad de escapar del pozo, el bloque local echó el resto para aguantar el resultado.

Un gol en propia meta de Kondogbia permitió al conjunto armero llevarse un triunfo justo ante un Valencia al que anuló