- A sus 30 años, el andoaindarra Beñat Erkizia vive ya la cuarta temporada como preparador físico del Antiguoko, en la plantilla de División de Honor juvenil. Además, actualmente se prepara para obtener el carné de entrenador UEFA Pro, licencia máxima que concede el organismo europeo y requisito indispensable para dirigir equipos en cualquier primera división del continente. A él, como a todos sus colegas, la interrupción de la competición futbolística le ha introducido en una situación inédita.

¿Nunca había trabajado en semejante tesitura, no?

-No, nunca. La verdad es que lo que está sucediendo nos ha cogido a todos de imprevisto. Al fin y al cabo, cuando los preparadores físicos planificamos una temporada lo hacemos conociendo el calendario de antemano. En mi caso, por ejemplo, hablamos de 30 partidos y un parón de quince días en navidades. Claro, lo que ha pasado ahora es que hemos tenido que parar de repente. Y no solo eso. Es que no sabemos cuándo vamos a arrancar de nuevo.

Sí parece claro que el regreso a los entrenamientos y el regreso a los partidos se producirían, si se producen, casi al mismo tiempo.

-Es verdad. Y esto sería algo muy poco recomendable desde un punto de vista de entrenamiento deportivo. El parón apunta a largo. Y, durante este tiempo, el jugador va a ir desadaptándose a nivel condicional. Si luego tiene que competir nada más regresar a la actividad, el riesgo de lesión será importante.

Los equipos necesitarán una especie de pretemporada. Otra cosa es que tengan tiempo para realizarla.

-Lo ideal sería disponer de unas semanas de entrenamiento antes de reiniciar la competición. Pero, viendo las necesidades de la Federación en cuanto a calendario, a los equipos les va a resultar inviable contar con ese tiempo.

¿Para qué sirve el trabajo que todos los futbolistas están realizando en sus casas?

-Es una buena pregunta. Para respondértela vuelvo un poco a lo de antes: no sabemos cuándo podremos regresar a los entrenamientos, y este es un factor clave. Mira, yo a los jugadores del Antiguoko les estoy enviando un plan semanal. El objetivo del primero era no perder la forma que tenían. Pero, claro, los estímulos de entrenamiento que se dan en el campo resultan imposibles de conseguir en casa. Y ya hemos alcanzado un punto en el que asumimos que la forma la van a perder sí o sí. Ahora se trata de minimizar esta circunstancia, para lograr que la vuelta sea después más llevadera.

¿Dónde está la frontera temporal entre un descanso activo beneficioso para la forma y la pérdida de la misma?

-Depende de varios factores. Pero, en líneas generales, diría que las actividades diarias en casa pueden mantener un estado de forma durante un máximo de dos semanas. A partir de la tercera, es prácticamente imposible que la condición no se empiece a perder.

La Real es un equipo de ritmos de juego muy elevados que, si vuelve la Liga, resultarán difíciles de aplicar en las condiciones que estamos comentando. ¿El parón perjudicará a unos más que a otros?

-Es cierto que en el fútbol existe una amplia variedad en cuanto a propuestas y que a aquellas que implican una elevada demanda de esfuerzos les va a costar más ponerse en marcha. Aunque, bueno, más que a las dificultades para arrancar, yo voy a que el riesgo de lesión va a ser muy alto. Creo que esto es lo que más nos preocupará a los preparadores físicos cuando regrese la actividad.

Sigo con la Real. Se ha dicho que, viniendo del calendario del que viene, este descanso forzoso le va a venir bien. ¿Puede ser así?

-¿Sabes lo que pasa? Que una cosa son los descansos tuyos, los que tú has elegido y programado para tu plantilla. Y otra cosa muy distinta son las interrupciones obligatorias como la actual. La Real estaba proponiendo un juego espectacular, de ritmos muy altos y elevadísima eficacia técnica. Cuando los entrenamientos se reanuden, ya no se tratará solo de retomar el estado de forma óptimo que tenía el equipo, sino también de volver a atar los elementos técnico-tácticos que le hacían jugar tan bien. Son cosas que ya están adquiridas, cierto, pero que en situaciones así pueden llegar a oxidarse un poco.

¿Qué opinión le merece la temporada del equipo txuri-urdin? A todos los niveles.

-El trabajo estaba siendo muy bueno. Se veía en el juego que desplegaba la Real y también en los resultados. El equipo hacía disfrutar a la gente, lo que habla muy bien de la labor de Imanol y de todo su cuerpo técnico.

Centrándonos en la preparación física, se habló mucho durante el verano de la ausencia de sesiones dobles en el plan de entrenamientos. ¿Tiende la disciplina a acabar con las típicas palizas en pretemporada?

-Pienso que tenemos que ir olvidándonos ya de ellas y de ese funcionamiento atlético que podían tener antes los equipos de fútbol. El entrenamiento tiende a la especificidad, cada vez en mayor medida. Es decir, en nuestro caso, que tiende a orientarse al fútbol y a lo que nos vamos a encontrar en la competición. Para la Real es un auténtico lujo tener trabajando en el club a un profesional como David Casamichana. ¿Sesiones dobles o incluso triples en verano? Siguen haciéndose en muchos equipos, pero con vistas a objetivos ajenos a la preparación física. No enlazan palizas mañana y tarde día tras día, sino que alternan los tipos de trabajo.

"A los equipos cuyo estilo implica una alta demanda de esfuerzos les costará más arrancar; el riesgo de lesiones será elevado"

"Transcurridas dos semanas sin entrenamientos sobre el campo, toca ya asumir que el futbolista va a perder la forma sí o sí"