- Las consecuencias de la crisis mundial por la pandemia de coronavirus van a poner en el límite la celebración de todas las competiciones. En el caso del fútbol profesional, la Liga afronta también unas circunstancias graves, un rompecabezas en el que la única verdadera solución vendrá en el momento en que se anuncie el control de la enfermedad, algo para lo que no hay por el momento un horizonte cierto.

Acostumbrado a funcionar a su aire, por encima de conflictos por fronteras, crisis políticas estatales o problemas económicos supranacionales, el fútbol ha mantenido un estatus de lujo que ahora tiembla. Los salarios de los futbolistas, con sus grandes contratos, se han puesto encima de la mesa como parte lógica del replanteamiento que le llega a una actividad a la que no llegan recursos ahora por ningún lado y los otros se han gastado -los ingresos de la televisión-. De todos modos, el escenario será distinto si la temporada se completa o no.

La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ya ha anunciado que deberá tratarse el asunto de los salarios de los jugadores. En concreto, su presidente, David Aganzo, ha enviado diferentes cartas al ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; a la presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano; al presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales; y al presidente de la Liga, Javier Tebas, "en las que solicita abrir una línea de comunicación" para tratar cuestiones que pueden afectar en estos momentos al colectivo de los futbolistas.

David Aganzo ha pedido "a sus cuatro interlocutores que extremen las medidas de defensa de los derechos de los y las futbolistas". El presidente de AFE también les ha comunicado que el sindicato "ha remitido a sus más de 10.000 afiliados/as una carta para explicarles pormenorizadamente las medidas implementadas por el Gobierno y tener claros los conceptos y diferentes ERTE".

"AFE también pide que se garanticen los derechos laborales del colectivo", indica en una nota. "Nuestra asociación quiere tener información de la posición que van a adoptar Ministerio de Cultura y Deporte, CSD, RFEF y la Liga con el fin de llevar a cabo una estrategia de colaboración en la que en todo momento se respeten los derechos de los/as futbolistas como trabajadores que son, evitando adoptar decisiones que puedan ser irreversibles en distintas direcciones", ha indicado el sindicato.

El sostenimiento del negocio en todas sus vertientes, porque los clubes son empresas que trabajan con plantillas -no solo de futbolistas- más o menos grandes en función de sus recursos y a sus trabajadores de a pie les están llegando las consecuencias en forma de ERE y ERTE, quizás sea otro de los motivos por el que Javier Tebas, el presidente de la patronal de los clubes, ha venido manteniendo la necesidad de acabar con las competiciones.

Aquí surgen nuevas vertientes en una interminable lista de los problemas. El calendario no se va a poder estirar hasta donde se quiera. El campeonato francés, por ejemplo, contempla llevar los encuentros de esta temporada incluso hasta el 15 de julio. Ello supone una moratoria de algunos contratos de jugadores y también que la próxima campaña empiece más tarde.

Tras este parón, si hay un retorno más o menos cierto de la actividad, los equipos deberán ajustar la preparación tras todos estos días de obligada relajación de los ritmos de entrenamientos. Las plantillas llevan paradas alrededor de diez días y los entrenamientos individuales, además de obligatorios, abnegados, intensos, y ocurrentes en algunos casos, quedan lejos del trabajo diario de las sesiones. No hay mucho tiempo para recuperar, además.

Problemas menores cuando casi todo parece que se derrumba alrededor. Un rompecabezas.