DONOSTIA - Nadie esperaba un final tan atípico e inesperado, pero el británico Geraint Thomas (Ineos), favorito número uno, salió disparado en el último kilómetro y sorprendió a todo el pelotón con una apretada victoria de etapa ante el italiano Sonny Colbrelli sobre la misma raya. El guipuzcoano Alex Aranburu ha vuelto a estar cerca de la victoria tras terminar en tercera posición.

Con foto de llegada incluida, Thomas se exhibió antes de la montaña para mostrar su ambición y estado de forma. Con confianza, vio la ocasión y salió disparado a 900 metros de la meta. Le siguió el hombre que soñaba con la etapa, pero al italiano le faltaron unos pocos centímetros para amargar la fiesta del ganador del Tour y del Dauphiné en 2018.

Thomas apenas tuvo tiempo para levantar los brazos, o no se atrevió porque Colbrelli le metió la rueda 'in extremis'. La foto le dio la victoria en la quinta etapa, que unió Saint-Chamond y Saint-Vallier, de 175,5 kilómetros, en la puerta de los Alpes, donde a partir de este jueves empezará la fiesta de los puertos, la fase decisiva.

Un esprint roto de antemano por Thomas, al que se unieron Alex Aranburu (Astana) tercero, Carlos Barbero (Qhubeka) cuarto y Alejandro Valverde (Movistar) octavo.

Resistió de amarillo un día más el austríaco Lukas Postlberger (Bora Hansgrohe), pegado a la alta jerarquía en las cotas comprometidas del final, defendiendo ese segundito que le permite llevar el maillot amarillo ante el kazajo Lutsenko. El danés Asgreen, escapado muchos kilómetros, es tercero a 9.

El órdago exitoso de Thomas le permite llegar a las etapas de montaña como líder real de la carrera, es sexto a 14 segundos del líder. A medio minuto del galés 'Superman' López y a un minuto Nairo Quintana, Enric Mas y Valverde.

En un recorrido semejante a las clásicas, con 7 cotas, aunque solo 5 puntuables, un quinteto salió en fuga desde la subida inicial a Planil, nada más bajar la bandera en Saint-Chamond. Kasper Asgreen (Deceuninck), Wellens (Lotto Soudal), Tsgabu Grmay (BikeExchange), Bernard (Trek) y Cyril Gautier (B&B Hotels) reunían condiciones para preocupar al pelotón.

Asgreen, todo un ganador del Tour de Flandes, era tercero en la general a 9 segundos de Lukas Pöstlberger, lo que obligó a los hombres del Bora a trabajar en el control de la fuga, que se estabilizó en menos de 2 minutos en el peregrinaje de subidas y bajadas. Tampoco era bien visto el belga Wellens, conocedor del mundo de las clásicas.

A más de 100 km de meta la fuga ya estaba sentenciada, antes de la sucesión de 4 cotas que figuraban en el mapa del día, pero aún así se sumaron otros 3 corredores a la fuga, entre ellos otro hombre incómodo, Jasper Stuyvens, nada menos que el vencedor de la San Remo.

Esa aventura se diluyó a 42 kilómetros de meta, aunque antes algunos trataron de insistir con proyectos vacuos. Tras el paso por la Cota de Hauterives (4a,2,1 km al 5,2 por ciento) empezó otra etapa, la definitiva. El noruego del UAE Sven Bystrom, quien logró abrir un hueco de 1 minuto en la cima del Col de Barbe Bleue, pero el Bahrain de Colbrelli tomó el mando para evitar la victoria del nórdico excampeón del Mundo sub'23.

Objetivo cumplido con Bystrom atrapado al pie de la Cota del Montrebut (2a,1,5 km al 11,4 por ciento), una subida de clásica, por una carretera estrecha, que gobernó el Ineos con el polaco Kwiatkowski poniendo un ritmo que quitó las ganas a los favoritos de emprender cualquier iniciativa, incluido el líder Postlberger.

El estadounidense Craddock (EF Education) fue el último rebelde atacando en las terribles rampas del 16 por ciento, pero su sueño acabó a 2 kilómetros de la última pancarta. Solo restaba el descenso y una llegada para los hombres rápidos provistos de fuerzas en el tramo final.

O eso estaba en el guión, que se lo saltó a la torera Geraint Thomas, el máximo favorito al título, quien aprovechó unas curvas muy cerradas para saltar por sorpresa y demostrar que aún le quedan facultades de los tiempos de pista. No en vano fue dos veces campeón olímpico de persecución por equipos y tres del mundo.

Thomas aguantó el arreón final de Colbrelli, quien para nada se esperaba ese zarpazo del galés, quien marcó territorio en el día y lugar más inesperado. A sus 35 años, el reciente ganador del Tour de Romandía, apunta a su segundo Tour. Y parece bien encaminado.

Este viernes se disputará la sexta etapa, entre Loriol-sur-Drome y Le Sappey-en-Chartreuse, de 168 kilómetros.