BIDASOA IRUN Xoan Ledo (1); Cavero (6, 1p), Crowley (4), Racotea (2), Julen Aginagalde (4), Rodrigo Salinas (7), Jon Azkue (4, 1p) -equipo inicial- J.M. Sierra, Mikel Zabala, Iker Serrano (1), Sergio de la Salud, Matheus da Silva (1), Nico Bonanno, Gorka Nieto y Martín Santano.

PUENTE GENIL Álvaro de Hita; Alan Marcio, José Cuenca (6), Javier García (5), Xavi Tua, Anderson da Silva (3), David Estepa (1) -equipo inicial- Ahmetasevic (ps), Juan Castro (5,2p), Joao Pedro da Silva (4,1p), Melgar, Padilla, Mihajlo Mitic (4), Manuel Díaz y Poveda.

Parciales 5-1, 6-4, 9-7, 12-10, 16-12, 20-13 (descanso), 21-14, 22-16, 24-18, 26-21, 27-24, 31-28.

Árbitros Peñaranda Ortega y Yagüe Moros (Comité aragonés). Exclusiones locales de Tesoriere (2). Matheus, Racotea y Jacobo Cuétara; Marcio (2), Juan Castro, por los visitantes..

Incidencias Partido jugado en el polideportivo Artaleku correspondiente a la 32ª jornada, antepenúltima de la liga Asobal. Sin espectadores.

- El Puente Genil es uno de los equipos que logró ganar al Bidasoa en la primera vuelta. Lo hizo en su campo, en donde siempre aporta un plus, después de que los irundarras hubieran disputado pocos días antes un partido aplazado en Valladolid. Los cordobeses se comportan como un equipo incómodo que pocas veces baja los brazos. Virtud que lleva en sus genes y en los de su técnico, Paco Bustos. Si como muestra sirve un botón, la espectacular salida del Bidasoa (5-1) no descompuso al equipo pontano, que supo esperar su momento para volver al partido (8-7). Por eso, el Bidasoa estaba obligado a darlo todo hasta el final, porque los puntos valían su peso en oro. Los sacó no sin sufrimiento. Había premio gordo en la victoria. Por tercer año consecutivo, logra plaza europea. Ahora, el objetivo es el subcampeonato.

Fue con ese marcador cuando Jacobo Cuétara solicitó un tiempo muerto. Su equipo aceleró el paso en ataque y mantuvo su consistencia defensiva. Tras sendos goles de los pivotes Julen Aginagalde y Javier García, el Bidasoa puso la directa. Encontró el acierto rematador de Rodrigo Salinas, autor de cuatro tantos consecutivos que junto a los de Jon Azkue e Iñaki Cavero llevaron el encuentro a otro escenario (16-11). Ni el tiempo muerto de Paco Bustos, ni la decisión de adelantar la posición de Xavi Tua para modificar la defensa a 5-1, cambiaron la hoja de ruta. Hasta Xoan Ledo aprovechaba una portería vacía para estrenarse y llevar al luminoso un resultado muy esperanzador para la suerte final del partido. El postrero lanzamiento de Mitic, al borde del descanso, dejó en siete la ventaja de ocho goles de los irundarras (20-13).

Pudiera creerse que el partido estaba decidido. Nada más lejos de la realidad. Puente Genil se apretó los machos y fue recortando las diferencias hasta sembrar de dudas la suerte final del encuentro. El segundo periodo fue de todo menos plácido. Las defensas no se andaban con miramientos y los árbitros, tampoco, a la hora de las exclusiones. Una de ellas, incluso, salpicó a Jacobo Cuétara que agotó un tiempo muerto (26-23) tratando de que el agua no desbordara. Es probable que la falta de fluidez ofensiva del segundo tiempo se debiera a la ausencia de Jon Azkue. En una acción de ataque, chocó con el pivote visitante Javier García. Las rodillas se enredaron, los dos salieron del terreno de juego por su pie, pero no volvieron. A esta hora, después de la buena noticia que supone volver a Europa, el estado del oriotarra es la principal preocupación.

Mientras el Puente Genil competía con tranquilidad, el Bidasoa se sentía mucho más atenazado. Necesitaba calma, pero no la encontraba. No acertaba ante la meta defendida por Ahmetasevic y encajaba goles gracias a la habilidad de José Cuenca, un extremo zurdo con galones, autor de cinco goles en el segundo periodo. Pese a que el Bidasoa nunca perdió la diferencia de tres tantos, salvo el 28-26, debió estar muy atento para no echar por la borda todo el trabajo anterior y cerrar el partido, justo en los minutos en los que flaquean las fuerzas y puede aparecer la ansiedad.

Sergio de la Salud, Rodrigo Salinas e Iñaki Cavero lograban los últimos tantos de su equipo, suficientes para galvanizar el triunfo, certificar la tercera posición que conduce a Europa y mirar a Cuenca, en donde disputa el próximo fin de semana el penúltimo partido de la liga. Le falta muy poquito para ser subcampeón. Dependen de ellos mismos y de los demás. Como quedan equipos con partidos pendientes, será bueno esperar antes de echar las campanas al vuelo. Ayer repicaron porque el equipo volvió a superar el listón y alcanzó 51 puntos, un 75% de todos los que ha disputado.