spaña ya conoce a su rival para los cuartos de final del Mundial tras ganar el partido ante Hungría. Los de Jordi Ribera saltaron a la pista sin especular con las opciones que el cuadro del torneo les podía deparar y fueron, una vez más, a por la victoria. Hungría, por su parte, desconvocó a jugadores importantes como Roland Mikler, Mate Lekai o Bence Banhidi. Una clara prueba de que los magiares dieron importancia a los posibles rivales que tendrían más adelante.

Tomadas las decisiones previas, el partido tuvo acento español a los diez minutos. Con la defensa habitual, España paró con la ayuda de Gonzalo Pérez de Vargas en seco a una Hungría que contaba con jugadores sin el ritmo de competición necesario. Las paradas del toledano y los numerosos contraataques anotados por Ángel Fernández y Ferrán Solé dejaron el partido visto para sentencia en el primer acto. Ambas selecciones se salieron con la suya: Hungría se enfrentará a Francia y España a Noruega en los cuartos de final.

Segunda del grupo de Francia, la calidad de Sander Sagosen o Christian O'Sullivan puede anular a cualquier selección. Quizás la diferencia más grande entre Noruega y España sea la capacidad física. Los escandinavos realizan rotaciones muy largas y los españoles, en cambio, han tenido oportunidad de dar descanso un partido completo a varios de sus pilares fundamentales. La historia, que no juega, también está a favor de España, ya que su última derrota ante Noruega fue en 1997. Desde entonces, en 17 partidos, los escandinavos nunca han ganado.

En caso de vencer los cuartos de final, en las semifinales los de Ribera se enfrentarían a Dinamarca o Egipto. El lado del cuadro al que han ido los españoles no es nada sencillo, pero optan por ir a por la victoria en todos y cada uno de los encuentros.

El camino más sencillo hacia el título es la victoria, y por el momento a los españoles no les ha ido nada mal.

Director de balonmanoactual.com