CANGAS DEL MORRAZO Gerard Font; Simes (1p), Baptista (1), David Iglesias (4), D. Cerqueira (1), Quintas (2), Menduiña (1p) -equipo inicial- Javi Díaz (ps), Dani Fernández (1), Soliño, Martín Gayo (3), Falco (1), Muratovic (2), Vilanova (3), Alberto Martín (2) y Santi López.

BIDASOA-IRUN Sierra; Crowley (4), Racotea (2), Kauldi Odriozola (5), J. Aginagalde (1), Bartok (7), Azkue (2) -equipo inicial- Xoan Ledo (ps), Matheus, Tesoriere, Bonanno, Iker Serrano (5), Rodrigo Salinas (5), De la Salud (3), Zabala y Eneko Furundarena (1).

Parciales 4-3, 6-7, 8-10, 9-13, 10-17, 14-20 (descanso) 14-23, 19-26, 20-28, 20-29, 21-34, 22-35 (final).

Árbitros Rodríguez Estévez y Rosendo López (Comité gallego). Exclusiones de Baptista, Cerqueira, por los gallegos; Zabala, De la Salud, por los guipuzcoanos.

Incidencias Polideportivo O Gatañal.

Los irundarras pasaron ayer un día de trajín. Por la mañana, atentos al sorteo de la EHF, en donde conocieron que los croatas del Nexe serán sus rivales en la próxima eliminatoria continental. Por la noche, la visita a una cancha en la que nunca las cosas fueron fáciles. Dos derrotas en las últimas dos visitas. Los partidos en Cangas se atascan mucho y, salvo que cojas una distancia de goles decisiva, al final el cuerpo a cuerpo suele pasar factura. Los de Cuétara lo sabían de sobra. Y seguro que el técnico incidió en ello al estudiar al rival en la habitual sesión de vídeo. El primer tiempo (10-16) fue un ejercicio de comprobación de dicha tesis. Lo mismo que el final del encuentro, en el que certificó el triunfo más amplio en aquella cancha desde que existe la Asobal.

En el debut del campeonato, disputando la segunda jornada, el papel de los equipos sembraba dudas. El Bidasoa contaba con la ligera ventaja de haber competido de modo oficial aunque solo fuera un partido. A costa de esa experiencia, se encuentra el cansancio acumulado, sin tiempo para recuperarse. En 48 horas, de nuevo al parqué con un viaje por medio, en autobús. "Estamos molidos", comentó uno de los integrantes de la plantilla.

El inicio del encuentro enseñó un intercambio de goles, con ligera ventaja local que se encargaba de neutralizar el brazo izquierdo de Bartok. Muy acertado el húngaro, lo mismo que sus compañeros de flanco. Tanto Rodrigo Salinas como Kauldi Odriozola volvieron a ser decisivos. Como quiera que el pivote Iker Serrano está de dulce, las jugadas ofensivas podían terminar de muchas maneras y en muy diversas posiciones, para hacer buena la riqueza táctica del equipo.

El contraataque fue un arma letal en el primer tiempo. En cuanto el Bidasoa apretó en defensa y forzó los errores del rival, los irundarras llevaron la hoja de ruta por donde quisieron. La brecha en el marcador (10-18, 12-20) era elocuente. Le faltó llegar al descanso con esa holgura para evitar sobresaltos posteriores. Con seis tantos de ventaja foránea se fueron todos al vestuario (14-20).

Para entonces, Sierra debutaba. Racotea se lesionaba en una acción de ataque. Después de unos cuantos minutos sin pisar el parqué, el rumano volvió a la cancha para disipar las dudas sobre su estado de salud. Los primeros minutos del segundo tiempo fueron decisivos. Con Xoan Ledo bajo palos, los de Jacobo Cuétara firmaron un parcial de 0-3, pusieron el luminoso con nueve goles de ventaja (14-23) y trataron de gestionar la ventaja hasta el final. El Cangas siguió a lo suyo. Pese al cambio de entrenador, ahora con Nacho Moyano, mantiene las constantes vitales del juego rápido aún a riesgo de perder el balón. Eso ante un equipo con las tablas del irundarra termina por pasarte factura. Esa actitud ciertamente conlleva no dar un minuto de tregua al oponente.

A medida que el peso del tanteo se hacía mayor, las fuerzas locales fueron perdiendo dinamismo. El Bidasoa apretó aún más en defensa, se hizo con numerosos balones que jugó al contraataque o en ataque posicional. Mantuvo la diferencia en el marcador y respiró porque sabía que le esperaba un final tranquilo. A falta de diez minutos (20-29), el encuentro estaba sentenciado. Los de Artaleku siguieron a su ritmo, moviendo el banquillo, agrupándose en un 6-0 defensivo, que durante muchos minutos se cambió a un 5-1 con la posición adelantada de Kauldi Odriozola, listo como los ratones colorados para recuperar el balón. Y añadió una mejor noticia, porque el joven Eneko Furundarena debutó en la liga Asobal, dispuso de unos cuantos minutos en defensa y ataque y marcó un gol para no olvidarse jamás en su vida de este día.