- La Liga Endesa de la excepcionalidad coronará hoy un campeón que saldrá del enfrentamiento directo entre los dos equipos que han alcanzado la fase final de Valencia en un momento de mayor exuberancia física. Baskonia y Barça medirán sus fuerzas a partir de las 20.00 horas en una pugna de alto voltaje entre dos escuadras con argumentos suficientes como para sentirse aspirantes de pleno derecho a levantar el trofeo. Los de Svetislav Pesic han dado muestras de su amplísimo potencial en los seis partidos disputados en este tramo competitivo -solo perdieron contra el Iberostar Tenerife en el último duelo de la fase de grupos, cuando ya no tenían nada en juego-, mientras que el conjunto alavés ha sabido salir victorioso de situaciones límite tanto dentro de la liguilla -triunfo vital contra Unicaja en la prórroga cuando parecía tenerlo todo perdido- como en semifinales, pues el Valencia Basket tuvo el último tiro para ganar. En su enfrentamiento directo dentro del Grupo A, en el que también figuraba el Bilbao Basket, la victoria fue para los catalanes por 81-75.

El conjunto baskonista se encuentra ante la posibilidad de ganar una liga diez años después de haber conquistado la última tras un curso complicado en el que tuvo que prescindir tanto de su entrenador -Velimir Perasovic fue despedido y a finales de diciembre llegó Ivanovic- como de su fichaje estrella, un Nik Stauskas que llegó de la NBA pero que en ningún momento ofreció el rendimiento esperado. El cuadro alavés ocupaba la octava posición en el momento en el que la pandemia del covid-19 obligó a parar la competición, pero ha llegado a esta fase final de Valencia en un momento físico notable, con su fondo de armario rearmado al recuperar a dos lesionados del nivel de Jayson Granger y Luca Vildoza. En estos últimos encuentros ha quedado claro que cuando despliega todo su poderío defensivo y puede salir al contraataque, el Baskonia es un equipo diferencial. Está capacitado para plantar cara al Barça en el cinco contra cinco, pero se encuentra mucho más cómodo cuando puede correr. Toko Shengelia y Shavon Shields están siendo los referentes anotadores del equipo, pero jugadores como Zoran Dragic, entonadísimo en semifinales, y Aquille Polonara están ofreciendo un gran rendimiento desde el banquillo.

Por su parte, el Barcelona está haciendo gala en Valencia de un poderío físico impactante, además de poner sobre la mesa una rotación de jugadores larguísima a la que Pesic ha dosificado con precisión casi quirúrgica. Los azulgranas, que desde 2014 no introducen en sus vitrinas el título de la ACB, ya lideraban la temporada regular cuando se paró la liga y en la fase final han seguido demostrando su enorme potencial, aunque hay momentos de los encuentros en los que sufren importantes bajones de producción. Es probable que la clave de la final resida en que su retaguardia impida jugar al galope al Baskonia, pues disponen de recursos para ello. Adam Hanga y Thomas Heurtel, rescatado también de la enfermería, tendrán la misión de no caer en la trampa de la asfixiante defensa baskonista para que la circulación de la bola no colapse y los brazos ejecutores puedan hacer de las suyas. Y en ese epígrafe la lista es larguísima: desde Nikola Mirotic, MVP de la temporada que deberá demostrar sus galones, y su descomunal sueldo, en el partido por el título, hasta Cory Higgins pasando por Ante Tomic, Brandon Davies, Álex Abrines o Kyle Kuric.

Ivanovic reconoció ayer que espera una final "muy física" y avanzó que "el equipo que cometa menos errores en defensa tendrá más opciones de ganar; "Hemos hecho una preparación muy buena para este torneo, todo el mundo ha trabajado muy bien y que en cada partido destaque un jugador diferente significa que el equipo funciona muy bien y esto es bueno". Por su parte, Pesic destacó que "todo el mundo sabe cómo juegan los equipos de Ivanovic, sin mucha táctica ni filosofía, pero con un baloncesto directo que les hace muy peligrosos. Cada jugador sabe su trabajo y lo que el entrenador quiere en ataque y defensa. No es fácil jugar contra este tipo de baloncesto, algo que no pueden hacer muchos equipos de Europa".