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Reyes Estévez: "Cuando vas perdiendo velocidad y potencia, ganas en fondo y sabiduría"

El doble medallista Mundial y campeón de Europa de 1.500 metros visita Donostia en la semana de la Behobia

Reyes Estévez: "Cuando vas perdiendo velocidad y potencia, ganas en fondo y sabiduría"Iker Azurmendi

Reyes Estévez (2 de agosto de 1976, Cornellá de Llobregat, Barcelona) es una leyenda del atletismo estatal. Entre otros logros, bronce en los Mundiales de Atenas 1997 y Sevilla 1999, y campeón de Europa en Budapest 1998, todo ello en la distancia de 1.500 metros. También fue bronce, tanto en 1.500 como en 3.000 metros, en el Europeo en Pista Cubierta de Madrid, y ahora, a sus 49 años, tiene entre ceja y ceja lograr el récord de España M45 (atletas de más de 45 años) de media maratón. Entre todo eso, este lunes ha aterrizado en Donostia en vísperas de la Behobia, una carrera en la que no participará pero desea correrla "el año que viene".

¿Qué tal ha ido el viaje?

Muy bien, la verdad. El avión no se ha movido nada y el cielo está despejado. Todo genial.

¿Qué hace un campeón de Europa y tres veces medallista en Mundiales de 1.500m en Donostia, en vísperas de la Behobia?

He venido para hacer un entrenamiento apto para todos los niveles de atletas y dar una charla sobre la prueba (se celebró ayer), invitado por CaixaBank. Cualquier duda que puedan tener sobre la carrera, yo les puedo aconsejar.

¿Qué consejo le daría a una persona que vaya a correr su primera Behobia?

Yo siempre digo que lo primero de todo es tomárselo con mucha calma. Es una prueba de 20 kilómetros, que no es nada fácil, y si no eres un atleta muy rodado en pruebas de cinco y diez kilómetros, se puede hacer muy larga. Lo más importante es saber regular, porque es un circuito con dos subidas muy marcadas y complicadas, en los kilómetros doce y diecisiete, y ahí hay que llegar con energía. Si en los primeros kilómetros te pasas de energía, puedes hipotecar la carrera al principio y llegar sin fuerzas al final.

Lo más importante es saber regular, porque es un circuito con dos subidas muy marcadas y complicadas, en los kilómetros doce y diecisiete, y ahí hay que llegar con energía.

Nunca ha corrido la Behobia y este año tampoco va a poder. ¿Tiene ganas de hacerla algún año?

Es una carrera que siempre digo que tengo que venir a correrla, pero por una serie de dificultades no he podido hacerla nunca. Por ejemplo, este año tengo el Mundial de Medio Ironman (70.3) en Marbella el mismo día que la Behobia. Tenía pensado correrla este año, pero no ha podido ser. Espero que el año que viene compagine todo y pueda correrla, porque es una carrera que me encantaría correr.

Retos personales

Ahora quiere batir el récord de España M45 de media maratón en Melilla el 16 de noviembre.

Sí. En mayo en la Media Maratón de Chiclana hice 1:05:15, que es igualar el récord de España, pero el circuito se ve que no estaba homologado y no valía para la marca. Creo que este año estoy entrenando bien, y el de Melilla es un circuito mucho más plano y llevadero para mis características de correr, que tengo la zancada muy larga. Esperemos que todo salga bien y haga un buen tiempo para intentar bajar de una hora y seis minutos.

49 años y sigue con el atletismo. ¿Lo hace por amor al running o por querer superarse cada día?

Un poco por las dos cosas. Es el deporte que he hecho toda la vida y me encanta hacerlo, si no, no estaría entrenando ahora como lo estoy haciendo. Tampoco estoy entrenando como cuando era profesional a nivel élite, la tensión y la presión son diferentes, pero gracias al deporte me estoy encontrando muy bien a nivel de salud y eso es lo que más valoro: poder seguir practicando el deporte que me gusta sin una lesión grave. Tarde o temprano llegará, es ley de vida, pero ahora mismo me encuentro fenomenal.

Gracias al deporte me estoy encontrando muy bien a nivel de salud y eso es lo que más valoro: poder seguir practicando el deporte que me gusta sin una lesión grave.

Salto al pasado

En su etapa profesional era un mediofondista, y ahora, un fondista. ¿Cómo lo ha hecho?

Yo cuando era corredor de medio fondo, un 10K (10.000 metros) se me hacía larguísimo, no llegaba, y el 5K (5.000 metros) era el límite que podía hacer. Si me dices hace cuatro años que iba a estar corriendo maratones o medias maratones, no me lo hubiese creído ni yo, pero todo ha surgido así. A nivel atlético, cuando vas perdiendo velocidad y potencia, ganas en fondo y sabiduría, y eso ha hecho que esté muy cómodo y a buen nivel en las pruebas de fondo. Estoy disfrutando mucho, la verdad.

A nivel atlético, cuando vas perdiendo velocidad y potencia, ganas en fondo y sabiduría, y eso ha hecho que esté muy cómodo y a buen nivel en las pruebas de fondo.

Viajemos al pasado. Ahora que está en Donostia, al igual que la Real, usted también guarda un bello recuerdo de La Cartuja.

Sí, la verdad que sí. La Cartuja fue mi mayor logro deportivo a nivel de 1.500 metros y donde hice mi marca personal. Sacar una medalla (de bronce) en el Campeonato del Mundo en Sevilla en 1999 es una cosa que llevaré siempre para mí. En ese sentido, encantado de coincidir con la Real (risas).

Ese 3:27:65 de El Guerrouj todavía se mantiene como mejor marca de los Mundiales, y usted fue bronce. ¿Fue la mejor final de su carrera?

Yo creo que en una final de un Mundial de 1.500 metros siempre hay un nivel impresionante, pero no cabe duda de que la de Sevilla fue la más rápida. Batimos el récord del campeonato. A tu pregunta, creo que sí, creo que los récords están para batirlos, pero yo la guardo en el recuerdo como una final de mucho nivel y muy rápida.

¿Cambiaría unas cuantas medallas que logró por una presea olímpica?

Buena pregunta. Tengo dos espinitas que siempre voy a tener clavadas: la medalla olímpica, que creo que en Sídney 2000 podría haberla conseguido, y bajar del 3:30. ¿Que si cambio alguna medalla? Yo creo que no; el destino ha querido que sea así. ¿Que me hubiese encantado tener una medalla olímpica? Pues sí, pero también valoro mucho las tres que conseguí en los Mundiales.

Tengo dos espinitas que siempre voy a tener clavadas: la medalla olímpica, que creo que en Sídney 2000 podía haberla conseguido, y bajar del 3:30.

El 1.500 siempre ha sido su especialidad. ¿Cómo ve esta nueva camada de atletas liderada por Ingebrigtsen?

La verdad que bien. Yo creo que Jakob (Ingebrigtsen) es el que puede marcar más la diferencia con el resto. Es un corredor que ya viene curtido y que ha hecho un récord del mundo en 3.000 metros, aunque este año no ha sido su año por culpa de las lesiones, pero yo creo que hay un nivel muy alto en general. Al fin y al cabo, todo evoluciona, las zapatillas son cada vez mejores, y se está corriendo rapidísimo.

También entrenador

Ahora, además de correr, también ejerce como entrenador.

Sí. Entreno a un grupo de atletas de todas las edades, y predico con el ejemplo. Lo llevo bastante bien. De mi grupo vienen tres a correr la Behobia, y creo que les he hecho una buena preparación para que hagan marca personal (risas). Ya hicieron marca personal en el test de hace dos semanas en diez kilómetros, y ahora espero y deseo que bajen y hagan marca también en la Behobia. Ahora estoy entrenando a runners, estoy muy cómodo y contento con ellos, pero si en un futuro me llega un mediofondista o un atleta más jovencito para correr a un nivel más fuerte, también me encantaría entrenarlo. También les inculco los valores del deporte, que son los que todos hemos mamado desde pequeño. Lo que yo he aprendido en mi trayectoria deportiva es ser constante y tener 'suerte', que no es suerte como tal, a la hora de evitar lesiones, que es al fin y al cabo lo que más te merma de cara a tener una gran trayectoria.

Reyes Estévez, al frente del grupo de corredores con los que ha recorrido Donostia en la actividad organizada por CaixaBank

¿Conoce bien Donostia? ¿Con qué “txoko” se queda?

¡Claro que la conozco! La primera medalla que conseguí a nivel internacional fue en Donostia en el Campeonato de Europa junior en Anoeta, en el año 1993. Tengo muy buenos recuerdos. Me gusta mucho la Parte Vieja para tomar unos pintxos (risas).