Carlos Sainz (Ford M-Sport), en coches, y el estadounidense Ricky Brabec (Honda), en motos, defienden desde hoy sus títulos en la 47ª edición del Rally Dakar, que comienza en Bisha y acabará en Shubaytah, Arabia Saudí, con casi 8.000 kilómetros de carrera, de los cuales 5.115 corresponden a especiales, con la presencia de 439 vehículos entre todas las categorías.
La etapa prólogo será con salida y llegada en Bisha y 29 kilómetros cronometrados de los 79 de que consta esta jornada. Sainz, que tiene como copiloto a Lucas Cruz y acredita cuatro triunfos en el Dakar, lidera a Ford, que cuenta con otros tres equipos formados por Mattias Ekström y Emil Bergkvist, Nani Romay Álex Haro, y Mitch Guthrie Jry Kellon Walch.
La principal amenaza para Ford la representa Dacia con el catarí Nasser Al Attiyah, que ha ganado en cinco ocasiones la prueba, como referente en la marca, que con la ayuda en esta ocasión de Edouard Boulanger, parece tener ahora todo lo que necesita para alcanzar de nuevo el éxito, máxime después de su triunfo en Marruecos y de su título en el Mundial de Rally. Bajo los estandartes de Gazoo Racing y de Overdrive Racing, el universo Toyota se juega volver a los mandos del Dakar en varios registros.
La gama Hilux incorpora toda una serie de nombres consagrados, como Yazeed Al Rajhi, que todavía no ha podido aprovechar realmente la oportunidad de ganar el Dakar en casa (tercer puesto en 2022), pero tiene a su disposición todo el talento y la mecánica necesarios para hacerlo. Ganar es también el objetivo del brasileño Lucas Moraes, que deslumbró a todos alcanzando el podio en 2023 en su primer Dakar y terminando la temporada 2024 del W2RC en tercera posición. Jean-Marc Fortin se apunta también a las apuestas y este año se ha mostrado muy activo en este ámbito.
En motos, desde 2015, con el español Marc Coma, ningún piloto ha revalidado el título y este es el objetivo del estadounidense Ricky Brabec, que suma al título de 2024 el logrado en 2020. Su principal rival será el botsuano Ross Branch, campeón del mundo de rally, que con la marca india Hero partirá con el dorsal 1 en el Dakar 2025.
Sainz, de 62 años y que debuta con Ford, habló de la estrategia y afirmó que “el año pasado bajé el ritmo en la etapa anterior y eso me permitió ganar tiempo en la crono de 48 horas. Pero esta vez viene precedida de una etapa de 400 kilómetros, así que los cálculos son muy difíciles”. También se refirió a otras dificultades que surgirán en la prueba: “La otra dificultad es que en este Dakar habrá que recorrer mucha más distancia sin las huellas de las motos, así que la labor de salida será difícil y penalizará”.
La táctica y la velocidad son lo más importante y el defensor del título es consciente de que tendrá que estar a la altura en los dos aspectos si quiere defender su posición. “Con un coche nuevo estás abriendo un capítulo aparte. Tengo bastante confianza después de todo lo que he visto en el Rally de Marruecos. Nos espera la edición más abierta que he visto nunca y hay cuatro fabricantes que pueden ganar perfectamente. Espero que todos estemos en la brecha”.
Carlos Sainz debutó en el Dakar en 2006, dos años después de Nasser Al Attiyah. Sainz fue el más rápido en inscribir su nombre en el palmarés, en 2010, pero el campeón catarí le adelantó y acabó acumulando cinco trofeos en sus vitrinas. Tras su cuarto éxito al volante de un Audi híbrido el año pasado, Sainz vuelve este año a la carga y bien podría igualar las tornas en el flamante Ford Raptor que le ha confiado el equipo M-Sport.
Para aumentar las posibilidades del Raptor, Sainz contará en su equipo con la compañía de su compatriota Nani Roma, de su antiguo compañero en Audi Mattias Ekström y del estadounidense Mitch Guthrie. – Efe